viernes, abril 19, 2024

Precios Justos entró en vigencia en noviembre de 2022 en un intento por contener la escalada en los valores de productos de primera necesidad. Sin embargo, el programa tiene un impacto más bien acotado en los almacenes y comercios de cercanía. Esto se ve reflejado en que los productos que forman parte del acuerdo son más caros que en los supermercados e hipermercados.

Según un informe de la consultora Ecolatina, entre los autoservicios y los supermercados detectó que el agua registra una brecha de alza de 10 puntos entre un canal de venta y el otro; los fideos, de 9 puntos; la leche, siete puntos y los yogures 6 puntos.

Además, indica que estas diferencias de precios se vieron más marcadas durante diciembre y enero, cuando no hubo actualizaciones en los precios que estaban congelados. No sucedió en noviembre y febrero, donde sí subieron 4% y 9%, respectivamente.

Esta brecha, entre los aumentos de productos de consumo masivo que forman parte de Precios Justos que se venden en supermercados y en comercios de cercanía o autoservicios, afectan principalmente a los sectores más vulnerables.

La consultora indica que si bien el programa logró cierto impacto, no logró tener la misma repercusión en hogares con menores ingresos, ya que son sectores que casi no compran en supermercados y destinan un mayor porcentaje de sus ingresos a bienes de primera necesidad, que consiguen en comercios de cercanía, donde los precios han aumentado más.

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