El escrutinio definitivo marcó finalmente doce puntos de diferencia entre el oficialismo provincial y Cambiemos, que se consolidó como la segunda fuerza electoral en Misiones. El mismo mapa ubica al Partido Agrario y Social en el tercer escalón, con fuerte presencia en algunos municipios ubicados entre la ruta 14 y el río Uruguay.
Con más de 40 puntos de respaldo, ssa marcada continuidad en la preferencia del votante misionero da cuenta de un reconocimiento que va más allá de un sello partidario. Habla más bien de una comunión, una confianza en el manejo de la cosa pública que hoy tiene como principal intérprete al gobernador Hugo Passalacqua, hombre que supo encaminar un nuevo tiempo, con modos y mecanismos diferentes.
Y esa confianza se tradujo -en este primer test electoral, a la espera de las elecciones generales de octubre- en un porcentaje que fortalece a un gobernador que es de diferente signo político al de Nación y cuya legitimidad se robustece en una dinámica de gobernabilidad basada en el respeto por las dimensiones institucionales.
Es muy probable que el resultado registrado se deba a que -tal como muchas veces afirmó Passalacqua- en Misiones no prende el discurso de la grieta. Y no es que se niegue el alcance de los medios nacionales de comunicación a cargo de consolidar ese objetivo, sino que acá esa movida sencillamente quedó afuera de la agenda de la gente.
Quizás -a priori- deberán reconocer que en la provincia pasan otras cosas, y que los intereses misioneros están exentos de las disputas nacionales.
Primera gran encuesta
Hay un acuerdo generalizado en que las Paso funcionan como una instancia de “estado de cosas”. Todas las fuerzas ejercitan estrategias y estructuras como quien afina un motor de cara a la gran competencia.
Ahora, y a partir del análisis de los resultados que fueron positivos para la Renovación sin dudas, pero que invitan a mejorar algunos aspectos, la Renovación afrontará un tiempo de correcciones, tal como lo adelantaba el conductor partidario Carlos Rovira al memento de su votación, cuando sostenía que las Paso servían precisamente para ese menester.
La ciudad de Posadas le marca al oficialismo una señal para trabajar en el humilde objetivo de servir al ciudadano, de brindarle respuestas a las demandas que no considera satisfechas, y para eso deberán ejercitar la creatividad y el empeño. Cada uno deberá tomar nota de lo que le quepa.
Cambiemos por su parte se instaló en muchas localidades, pisó firme en centros urbanos importantes, y adquirió un rol protagónico en la ciudad de Posadas.
A pesar de las consecuencias negativas que representan las asimetrías comerciales para la Capital misionera, que requieren de medidas económicas que escapan al ámbito de las decisiones provinciales, el votante posadeño vio en la alianza PRO-UCR un canal para expresar su parecer.
Postales…
Algunos datos de color también forman parte del tiempo poselectoral. Uno de ellos es la participación del ciudadano misionero. El 72 por ciento de presencia en las urnas, a pesar del mal tiempo reinante en casi todo nuestro territorio, exhiben una muestra real de compromiso cívico, reiterado y persistente.
Otro tema a denotar es la participación de la juventud. Quizás la primera gran movida en ese sentido la dio la Renovación, cuando a partir de la propuesta del “Refresh” se sumaron nuevos cuadros técnicos y políticos a las estructuras y a la militancia.
Marcando una clara tendencia -como cuando Rovira desestimó las internas por los efectos nocivos que generaban en la vida partidaria, mecanismo que luego fueron tomando el resto de las expresiones políticas-, se vio el domingo 13 de agosto una gran cantidad de jóvenes con activa participación en la convocatoria electoral.
Y no es hablar de militantes transpirando en la calle solamente, por el contrario, es una nueva camada de chicos cargando el peso del protagonismo en sus listas.
Quizás el ejemplo más palpable es el de Facundo Sartori, quien presentó en sociedad a Podemos y logró -con casi 20 mil votos- instalarse en las elecciones generales. Similar suerte corrió Pedro Puerta en Unión Popular.
“El gran secreto de la política es que la gente sea feliz”
El gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, ocupó durante varias horas un espacio central en las redes sociales en el marco de la jornada electoral. Fue captado cuando iba camino a emitir su voto en su Oberá natal, solo, sin fuerzas de seguridad ni funcionarios a su lado, y portando su paraguas.
Seguramente esa foto quedará en la historia como antaño ocurría con los líderes partidarios. Sin estridencias ni vanas majestuosidades. Simplemente como un hombre común, como suele remarcar.
“No es un mérito”, dijo a Canal 12 cuando fue consultado sobre el tema. “Siempre hablo de la cercanía, de la falta de jerarquías, porque nadie es más que nadie en esta provincia. Médicos, barrenderos, porteros… acá somos todos iguales, y más aún un día de comicios, cuando la gente expresa su voluntad”, resaltó.
Y esa misma sintonía fue la manifestada al hablar sobre el resultado de los comicios. Valoró claramente la victoria lograda porque “el porcentaje obtenido da la posibilidades de hacer más pata ancha para pedir cosas en Buenos Aires”, despojando el reconocimiento a una dimensión personal.
“El misionero participó y nos puso como una de las tres provincias con más participación -agregó-, lo que muestra la voluntad de expresar su apoyo, sus pasiones, su crítica o su elogio, porque las Paso si bien definen una tendencia pero no un resultado final, marcan sí un rumbo, y eso ahora nos pone frente a una gran responsabilidad que debemos tomar con humildad”.
Luego de reconocer que “habrá que corregir cosas”, Passalacqua volvió a manifestar su satisfacción por la victoria nítida del Misionerismo, y destacó que a pesar de la buena relación con la Nación “somos una oposición constructiva, que no va a poner palos en la rueda, que entiende que debemos trabajar en conjunto para el bienestar de todos los ciudadanos”.
El último tramo de esas declaraciones estuvo dedicado a reafirmar su “vocación por la unidad porque nací así. Yo -aseguró- necesito ver a la gente junta, aún en su disidencia, y Misiones como provincia pequeña necesita un bloque misionerista para traer beneficios concretos para nuestro pueblo”.
“El gran secreto de la política es que la gente sea feliz”, definió para concluir.