Este operativo fue consecuencia de una intensa pesquisa, realizada por Gendarmería, la cual contó con seguimientos, vigilancias, entrecruzamiento de datos y escuchas telefónicas.
De esta manera, y con la cooperación de fuentes confiables a la fuerza, los uniformados recolectaron suficientes pruebas para identificar el domicilio vinculado a la organización, desde el cual la banda comercializaba estupefacientes bajo la modalidad de “narcomenudeo”. Este era una propiedad alquilada, cerca de escuelas y con múltiples obstáculos, como portones que impedían todo tipo de visualización desde el exterior y cámaras de seguridad para ver lo que pasaba en los alrededores de la casa.
Cerca de la noche, y bajo las órdenes del Juzgado Federal y Fiscalía Federal de Posadas, el personal de la fuerza irrumpió en la vivienda, donde sorprendieron a los dos narcos.
En su poder, los involucrados tenían grandes dosis de marihuana y de cocaína ya fraccionada y lista para su comercialización. También se secuestró un arma de fuego, balanzas digitales, seis celulares, dinero en efectivo, elementos de corte y fraccionamiento y todo tipo de documentación que será de vital importancia para la causa.