El 15 de septiembre, como cada año, el Poder Ejecutivo enviará al Congreso el proyecto de ley de Presupuesto. El texto tendrá previsiones de gastos y recursos para 2021. Será el inicio del sendero fiscal hacia el equilibrio que promete el Gobierno. Es la base con la que Martín Guzmán buscará negociar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar unos U$S45.000 millones, que espera cerrar para el primer trimestre del año próximo.
La carta que enviaron Guzmán y el presidente del Banco Central Miguel Pesce al FMI atribuye al gobierno de Mauricio Macri y al Fondo el fracaso del programa que se firmó el 7 de junio de 2018 y que se “reperfiló” en septiembre de ese año. Fue una manera de distribuir culpas y dejar por escrito desde dónde parte la negociación, en la visión del Ejecutivo.
El Gobierno consideró que la Argentina se había comprometido con el FMI a bajar el déficit fiscal y a equilibrar la cuenta corriente y que lo hizo: entre 2017 y 2019, redujo el rojo primario de 3,8% a 0,9% y el saldo negativo de la balanza de pagos cayó del 4,8% al 0,9%, con una brusca devaluación y una fuerte contracción del gasto mediante. Así y todo, la actividad económica cayó 2,6% en 2018 y 2,1% el año pasado, con inflaciones anuales en torno al 50%.
“Como consecuencia de la incapacidad del SBA anterior para restaurar tanto la confianza como para generar robustez a través de un incremento del nivel de reservas internacionales, enfrentamos importantes necesidades de balanza de pagos para el período 2021-2024, mayormente asociadas con la previa adquisición del FMI de alrededor de 31.910 millones de DEGs (Derechos Especiales de Giro)”, insistieron Guzmán y Pesce. Kristalina Georgieva respondió con elegancia y remarcó el compromiso del organismo de acompañar al país.
El Fondo publicó un paper hace dos semanas con una visión algo distinta a la del gobierno de Alberto Fernández. No es la voz del directorio, pero el trabajo de los analistas Ramzy Al-Amine y Tim Willems consideró que la Argentina llegó al FMI con un problema de sobreendeudamiento y en busca de un rescate, porque no realizó reformas estructurales que los inversores esperaban.
(Fuente: TN)