martes, abril 30, 2024

González García: "No quiero ser aguafiestas, pero la vacuna no resuelve el problema"

Cuando se cumplieron 9 meses del primer caso positivo de coronavirus en la Argentina, Ginés González García, el ministro de Salud de la Nación, habló sobre el paso de la pandemia por el país. Destacó la “rápida reacción” que tuvieron en el arranque del brote y también reconoció que se debería haber llevado adelante una “cuarentena intermitente” en los momentos que la situación epidemiológica lo permitía.

En la extensa charla, González García también comparó el desarrollo del debate del proyecto de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en 2018 con lo que ocurre ahora. Allí remarcó que, en la administración actual hay un apoyo de todo el Poder Ejecutivo, mientras que en el gobierno de Mauricio Macri, a su criterio, esto no ocurrió.

El ministro también se defendió de las críticas de su gestión frente a la pandemia, responsabilizó por la suba de los casos a los “profetas de la anticuarentena” y adelantó que, según las estimaciones oficiales, la “inmunidad de rebaño” en el país recién se podría alcanzar para julio del año próximo. “No quiero ser aguafiestas, pero la vacuna no resuelve el problema”, aseguró.

Pasaron 275 días desde el desembarco de la pandemia en el país, ¿Qué considera usted que se hizo bien y qué se hizo mal o hubiera cambiado?

¡Upa! No me gusta hablar de mí. Creo que nosotros reaccionamos muy rápido. Ese fue un gran acierto. También construimos una unidad nacional con el tema sanitario. Del Presidente para abajo, lo hicimos desde el primer momento. Buscamos todo el conocimiento disponible que hubiera en la Argentina, para que no fuéramos solo los funcionarios lo que tomáramos las decisiones. Escuchamos a todos.

Después tuvimos un gran comportamiento inicial de toda la población. El resultado se vio.

Nosotros nunca dijimos que no iba a haber pandemia. Lo que dijimos es que queríamos procesar que cada argentino tuviera la atención y que no se repitieran acá las imágenes horribles de Estados Unidos o de Europa. Todo eso, me parece, que salió bien.

Hicimos un tremendo esfuerzo para adecuar la red de salud. Sumamos más de 4000 camas de terapia intensiva (NdR: en el país había alrededor de 8300 en marzo). Fue un esfuerzo de cuatro meses, que salió muy bien.

¿Qué hubiera cambiado? A lo mejor, deberíamos haber tenido alguna intermitencia en el aislamiento después de un mes y medio. Decidir, hacer dos o tres semanas de corte. Pero no era fácil.

Estaba siempre la duda de que si se abría, la gente podía cambiar y cambiaba todo. Además, las medidas restrictivas tenían que ser por convencimiento. No podíamos hacer nosotros cosas como hace Europa con los toque de queda. Más teniendo en cuenta lo que pasó en el país con la dictadura. Eso nunca lo hicimos, siempre trabajamos con la persuasión.

Siempre con el diario del lunes es más fácil, pero podríamos haber hecho la cuarentena con espacios intercalados.

Los otros temas que tanto nos discutieron, como los testeos, nosotros hicimos siempre los testeos que creíamos que eran necesarios. Luego fuimos adecuando la red. Recuerde que al principio teníamos solo el Malbrán para hacer testeos y a los pocos meses teníamos una red de 178 laboratorios en todo el país.

Además, si uno mira ahora lo que pasa en Europa con esta segunda oleada, los países a los que les fue peor que a otros, son los que más testearon. El testeo en sí mismo, no resuelve nada.

Uno tiene que tener una estrategia. La hicimos en todo el país. En algunos lugares salió mejor que en otros. El Detectar, por ejemplo, que arrancó en los barrios vulnerables de la ciudad de Buenos Aires es un buen ejemplo.

Pero creo que es una carrera larga en la que todos seguimos trabajando coordinadamente tanto con el sector público como el privado.

Después la situación se nos descontroló, pero lo que lo provocó fue el comportamiento social. Uno entiende las razones. Pero, además, tuvo incentivos políticos, en algunos casos. Acuérdese de los profetas de la anticuarentena, algunos colegas suyo incluso.

Hoy, todo el mundo se da cuenta que si no hay restricciones de circulación, esto no lo para nadie. Además, no hay ningún éxito cuando hay muertes en el medio.

Pero nosotros creemos que hemos tenido menos consecuencias que las que hubiese habido, si no hubiéramos hecho lo que hicimos.

A mí me parece que esto de evaluar se deberá hacer con un análisis profundo y con honestidad intelectual dentro de dos años. Porque esto no terminó, lamentablemente.

Fuente: La Nación

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