El incremento de 3,2% en el IPC de noviembre dejó el 2020 con un alza acumulada de precios de 30,9% y todo parece indicar que el año cerrará en torno al 35%. El Gobierno nacional escribió “29%” en el casillero destinado a la inflación para el 2021 en el Presupuesto. Pero el mercado ve otra cosa. Los más de 40 analistas que consulta el Banco Central para elaborar su Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) consideran que la inflación del próximo año será un problema aún más grave que el actual y que podría ubicarse cerca del 47%.
Con la economía intentando entrar en la senda de la recuperación y la presión contenida por los aumentos que se fueron postergando, uno de los mayores desafíos del Gobierno será calibrar las autorizaciones de aumentos de precios a bienes y servicios, sin que se desbande la inflación. Hoy, ese es uno de los aspectos que más preocupa a los industriales y comerciantes de Córdoba en general y a los que tienen fuerte vínculo con el sector alimenticio o los productos de primera necesidad, en particular. Sucede que son muchas las pymes que manufacturan líneas de productos que quedaron comprendidas por el programa Precios Máximos, que obliga a mantener las listas de precios de marzo a más de 2.400 productos.
El Gobierno avanzó hace algunas semanas sacando del programa a un puñado de productos con demanda más acotada y permitió algunas subas, pero en la industria cordobesa creen que están al límite. Y advierten que si no se autorizan subas importantes que reflejen los aumentos aplazados y los por venir, o cancela el programa, habrá desabastecimiento.
(Fuente: Perfil)