Luego de haberse convertido en tendencia por el agasajo recibido por familiares, amigos y compañeros el miércoles por la noche en la Terminal de Transferencia de Quaranta de Posadas cuando iba a dar su última vuelta como chofer de colectivos tras prestar servicio durante 26 años en la empresa “Nuestra Señora del Rosario”, Carlos Herrera habló con el equipo de Códigos y explicó sus sensaciones en medio de la nueva vida que comenzó a transitar lentamente lejos del volante.
“Fue una sorpresa muy grande para mí porque era algo que ni me esperaba. Debo reconocer que fue algo muy gratificante de parte de mi familia, compañeros de trabajo y de la población en general. Es algo que recordaré por siempre”, dijo el hombre.
“Última vuelta me estoy jubilando”. Así reflejó el cartel pegado en el parabrisas del colectivo de la línea 32 que hace el recorrido entre Villa Cabello y la Estación Quaranta de la capital provincial no pasó desapercibido porque estuvo acompañado con aplausos y felicitaciones de parte de mucha gente.
“Estaba llegando a la Transferencia y ahí me estaba esperando mi familia. De golpe me pararon la unidad y subieron con papelitos, carteles, cantos y aplausos. Fue un momento de sentimientos encontrados. Es decir, tristeza por un lado porque dejo este hermoso oficio y feliz a la vez porque voy a disfrutar un poco más de mis seres queridos”, indicó contento el ex conductor de la empresa de transporte urbanos de pasajeros.
El hombre recibió cientos de mensajes de personas a las que comenzó a transportar en edad escolar y ahora son adultas, además de otras tantas que lleva habitualmente, quienes lo calificaron como “un buen profesional del volante, amable, respetuoso, educado, servicial, buen compañero y por sobre todo solidario”, concluyendo que dejó su huella en cada recorrido que realizó en más de 26 años ininterrumpidos en el trabajo, primero en la línea 7 y finalmente en la 32.