Según fuentes parlamentarias, el Gobierno trabaja en un Presupuesto 2019 "de ajuste” que prevé una caída del 30% en la obra pública. Cuando el proyecto ingrese a la Cámara de Diputados con fecha límite del 15 de setiembre, en el oficialismo de Cambiemos esperan una “discusión” con la oposición por esta disminución.
“Los gobernadores están a la defensiva esperando un presupuesto, por ejemplo, con la derogación de la moratoria jubilatoria (a las amas de casa). No será así, buscamos que sea un presupuesto sin 'bombitas', el secreto es cómo escribirlo para que no haya ninguna excusa para no votarlo”, indicó un alta fuente oficial al tanto de la elaboración de la “ley de leyes”.
El interés oficial es que el Presupuesto 2019 resulte aprobado, no tanto porque sea un instrumento indispensable para la gestión sino para dar una señal de gobernabilidad en momentos críticos,con la desconfianza de los mercados hacia el programa económico del Gobierno y en su capacidad de conseguir financiamiento para hacer frente a las obligaciones del año que viene.
La fuente consultada indicó que la discusión “es sobre todo jurisdiccional” entre el Gobierno y las provincias, a las que se pide compartir el esfuerzo para llevar el déficit al 1,3% del PBI.
