Surgió en el 2009 en Posadas y fue expandiéndose al resto de la provincia, con una premisa firme y la convicción de que “un niño feliz será un adulto responsable”. Desde este punto de partida, la iniciativa del Iplyc se basa en brindar entretenimiento a los más pequeños, con actividades lúdicas (peloteros, bailes, canciones, sorteos, campeonato de fútbol y hasta concurso de dibujos).
Jugar para cualquier niño es vivir. Los juegos son instrumentos para su desarrollo y felicidad. Mientras lo hace explora la realidad y prueba estrategias distintas para operar sobre la realidad; además de alternativas para cualquier dilema que se le plantee. Desarrolla diferentes modos y estilos de pensamiento. También es un espacio para lo espontáneo y la autenticidad, para la imaginación creativa y la fantasía con reglas. Es uno de los primeros medios de socialización. A través de los juegos se establecen las primeras interacciones con sus pares y adultos.
El Instituto Provincial de Loterías y Casinos (Iplyc) redobla la apuesta año tras año a este proyecto, con un staff compuesto por personas jóvenes y entusiastas, quienes ponen lo mejor de sí para llevar adelante este programa, aportando con sus inquietudes, elementos que fueron mejorándolos día a día.
“Estamos muy contentos y felices de poder llegar a nuestro noveno año consecutivo brindando alegría a los más pequeños. Es bueno y hay que destacar que la nueva gestión haya confiado en nuestro trabajo”, expresó Marcelo Ledesma, coordinador del programa, en diálogo con Códigos. Señaló que aún existen localidades que todavía no visitaron, pero que en cada una de las que llegan se generan “muchos sentimientos”.
El principal objetivo del Programa es generar espacios culturales de diversión, transmitiendo valores fundamentales para una sociedad sana basada en el amor, el respeto, la solidaridad y las ganas de mejorar día a día, para así lograr adultos comprometidos con la sociedad en que les tocará vivir.
“Nos encontramos con lugares donde hay cientos de chicos que nos esperan con muchas ganas. Siempre tratamos de buscar un equilibrio para poder llegar a más localidades del interior. Son varias las notas que nos envían para que los visitemos”, destacó.
Ledesma contó que dentro de estas visitas también ven necesidades de establecimientos, y que, por medio de gestiones, donan mobiliarios, libros y materiales didácticos. “Es un gran equipo de personas, comandado por el presidente del Iplyc, Héctor Rojas Decut. Cada uno de los que formamos parte de esto, nos sentimos muy orgullosos de ello”.
A lo largo de los años, el Programa ha ido incorporando varias secciones, siempre apuntando al bienestar y educación de los niños y su familia. “Las jornadas en sí, tienen mucho de circo, música en vivo, mensajes de amistad, amor, fe, compañerismo y otros valores que hoy en día se están perdiendo en la sociedad”, relató.
“Son varias generaciones que pasaron por Gurises Felices. Los mensajes que les dejamos son profundos. Muchos ya son más grandes y recuerdan representaciones realizadas en escenarios. Eso nos hace ver que vamos por buen camino”, señaló.
“Optimizamos los recursos en tiempos de crisis”
El escenario económico actual sufre varios embates, y en ese sentido, Ledesma expresó que desde el Iplyc se trata de “acomodar y optimizar” los recursos. “La Argentina está pasando por un momento muy difícil. Es por eso, que cada decisión que se tome en torno a los programas sociales, está pensada y acomodada a los tiempos actuales”, remarcó.
“La recepción cada vez es más cálida. Hace poco nos tocó ir a Alma Fuerte, una localidad que nunca habíamos visitado. Los pequeños nos conocían del boca a boca, no sabían qué era Gurises Felices, y la experiencia fue bárbara. En cada presentación los payasos se preparan de una determinada manera y cada uno de los momentos vividos nos llenan de emociones y sentimientos”.
El programa continúa y sigue contribuyendo a funciones sociales que apuntan al crecimiento sano, junto al aprendizaje eficaz y duradero en cada niño, con una impronta de fortalecer, a través del juego, áreas como la cultura, salud e higiene, convivencia, los lazos familiares, libertad, derechos y obligaciones, mediante actuaciones encaminadas a restablecer, conservar y mejorar las capacidades, la facultad de autodeterminación y el funcionamiento individual o colectivo de cada “gurí”.
Podés leer la entrega completa de agosto en su versión online en: 👇 📖
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