Cruces y proyecciones
Para diseñar el cuadro de la desigualdad en la Argentina, el trabajo toma la base de datos del primer trimestre de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) elaborada por el Indec. Y cruza la estadística oficial con dos indicadores clave: el índice de Gini y la brecha entre deciles extremos de la sociedad (el 10% más rico y el 10% más pobre). El coeficiente de Gini es la herramienta que más habitualmente utilizan los investigadores para estimar la distribución de recursos económicos en una sociedad. Establece el valor de 0 para expresar la igualdad absoluta y el de 1 para señalar la desigualdad extrema.
La medición de la 'grieta' entre ricos y pobres propuesta por el CEC suma, además, el indicador del Ingreso por Adulto Equivalente (IPAE) que estima los ingresos de un grupo familiar de una forma más completa y heterogénea que el Ingreso per cápita por Hogar que utiliza el Indec. En este caso, también se toman en cuenta las diferencias por edad y género al interior de cada familia.
Ganadores y perdedores
Entre 2015 y 2018, el coeficiente de Gini del IPAE se incrementó en un 5, 5% –pasó de 41,7 puntos porcentuales a 44 en el período analizado–, en tanto que la distancia que separa a los deciles extremos en la distribución del ingreso aumentó un 18,3%, con un crecimiento de 17,5 a 20,7. En ambos casos, señala el trabajo, "se advierten incrementos significativos de la desigualdad".
En términos de ingresos, el informe concluye que, entre los primeros trimestres de 2015 y 2018, las rentas altas aumentaron por encima de las bajas. El 20% más pobre perdió ingresos en términos reales y el 20% más rico es el único segmento que vio incrementado su poder de compra.
También en base a los datos oficiales del primer trimestre, el informe describe la evolución de la pobreza en todo el país y realiza una proyección preliminar sobre su crecimiento en el Gran Buenos Aires (GBA) hasta junio. Todos los resultados de ese cruce de variables no incluyen todavía el impacto de la megadevaluación y aceleración del proceso inflacionario que se produjeron a partir de la última escalada del dólar. "Todo indica que, cuando contemos con las estadísticas actualizadas, la brecha se habrá profundizado", señaló Mario.
El informe toma como referencia la canasta básica familiar de GBA –el único dato oficial disponible- y, estimando un crecimiento proporcional de las regionales y las últimas cifras de pobreza e indigencia, proyecta un total de 355 mil nuevos pobres y 44 mil indigentes respecto del tercer trimestre de 2017.
La proyección en el GBA, en tanto, estima un aumento de 2,5 puntos porcentuales de la pobreza, es decir la incorporación al territorio bonaerense de casi 400 mil nuevos pobres hacia junio de 2018. Para abordar ese crecimiento el CEC ajustó el Ingreso Total Familiar (ITF) según el Indice de Salarios (IS) del Indec y consideró fijos todos los demás factores que podrían influir en la dinámica de la pobreza.
TA.
