Insólito descuido de un policía en Guaymallén, en Mendoza. El efectivo guardó su arma reglamentaria en el horno por “seguridad”, a las horas lo prendió para cocinar y se le derritió.
El agente de la Unidad Investigativa de Guaymallén (UID) señaló que por “cuestiones de seguridad” decidió guardar su arma calibre 9 milímetros en el horno pero todo se volvió un caos cuando después de unas horas se olvidó y empezó a cocinar.
A los minutos su esposa, también policía, señaló que sintió un olor fuerte y al abrir el artefacto se dio cuenta de que adentro había un arma Taurus PT 609 Pro con dos cargadores y 24 municiones por lo que recurrió a sacarlo con un trapo y lo metió en el freezer.
La herramienta de trabajo del efectivo estaba inutilizable motivo por el cual decidieron llamar a las autoridades para dar aviso sobre lo ocurrido.
Luego de lo sucedido se notificó a la Inspección General de Seguridad y se inició un sumario administrativo para evaluar cómo ocurrió el hecho y si es factible la versión documentada.
Aunque se trató de un confuso episodio el hombre podría recibir una sanción disciplinaria como la suspensión del cargo por un par de días y así como también deberá hacerse cargo de los costos de la reparación del arma.