El colesterol, una molécula con mala fama por ser uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, es, sin embargo, un nutriente esencial para el organismo humano. A nivel celular, cumple un rol estructural como componente de la membrana y también participa en la señalización de numerosos procesos. Además, es una molécula precursora para la síntesis de hormonas sexuales, de vitamina D y de varias sales biliares fundamentales en la digestión de las grasas.
La importancia y diversidad de las funciones del colesterol hace que su balance y movilización en el organismo resulte importante para la salud, no solo a nivel cardiovascular sino también para el sistema nervioso. Incluso se ha podido demostrar que la causa de algunas enfermedades neurodegenerativas, como Niemann Pick tipo C, es el incorrecto transporte y consecuente acumulación del colesterol en las neuronas.
En este contexto toma relevancia una reciente investigación realizada por científicos y científicas de Conicet que aporta nueva información sobre los mecanismos que regulan el tráfico y la síntesis de colesterol y revela la implicancia de un tipo de moléculas denominadas endocannabinoides en estos procesos.
”Es un trabajo de mucha elaboración intelectual que, con técnicas muy sencillas, logra identificar una nueva vía por la cual los endocannabinoides y eventualmente los cannabinoides – ya que son moléculas muy parecidas- regulan el tráfico de colesterol, algo que no había sido reportado antes”, sostiene Diego de Mendoza, coordinador del estudio, director del laboratorio de Fisiología Microbiana en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, Conicet-UNR) e investigador del Conicet.
Los endocannabinoides (ecbs), reciben este nombre por ser moléculas endógenas (producidas por el organismo) que interactúan con los mismos receptores del sistema nervioso que detectan al compuesto psicoactivo de la planta de marihuana, Cannabis sativa, el ya famoso THC o tetrahidrocannabinol. A diferencia del THC, los ecbs se sintetizan en las neuronas de todos los mamíferos, incluyendo los humanos. “Se sabe que los endocannabinoides regulan muchos procesos y afectan el estado de ánimo, el apetito y varias actividades cognitivas en humanos, pero no se sabía nada sobre la relación entre los endocannabinoides y el transporte de colesterol hasta que nuestro grupo comenzó a estudiarlo”, revela Bruno Hernandez-Cravero, becario doctoral del Conicet en el IBR y primer autor del trabajo.
Importancia
Los resultados de la investigación, publicados recientemente en la revista Plos Genetics, fueron obtenidos a partir del trabajo con un organismo modelo, el pequeñísimo gusano llamado Caenorhabditis elegans.
De Mendoza enfatiza la importancia de este hecho aclarando que hasta ahora, los estudios sobre el tráfico de colesterol habían sido realizados en células aisladas. “Trabajando con C. elegans pudimos investigar el efecto de los endocannabinoides en el contexto de un animal entero, es una escala de complejidad mayor”, explica.
(Fuente: El Litoral)