viernes, octubre 3, 2025

Silvina Luna contó el motivo de sus cirugías estéticas

Silvina Luna está atravesando un duro momento, realizándose diálisis múltiples veces por semana y preparando una posible operación para un trasplante de riñón. Luna fue una de las tantas modelos que se atendieron con el cirujano plástico Aníbal Lotocki, a quien denuncia por mala praxis. Ahora ella busca amar su cuerpo y tiene nuevos proyectos para cuando mejore su estado de salud.

Recientemente participó como invitada del programa La Peña del Morfi, conducido por Georgina Barbarrosa, donde contó cómo viene sobrellevando toda esta situación. “Después de lo que me pasó no tengo ganas de hacerme nada, quiero aceptar mi cuerpo como es. Todos somos únicos. Y las operaciones nos terminan haciendo a todas iguales. Te convertís en una esclava de un círculo vicioso que no para más. Hay muchas cirugías que no salen como uno quiere -lo que pasa es que eso no sale tanto a la luz-. Hoy lo que creo es que no hay que ponerse nada extraño al cuerpo de uno. Yo lo hice porque no me creía suficiente con lo que tenía y buscaba la valía fuera de mi”, reflexionó la modelo.

Silvina se dio cuenta de lo que pasaba cuando en 2013, mientras estaba haciendo una estresante pero exitosa temporada de verano en Villa Carlos Paz, cuando comenzó a sentirse muy cansada. Luego de hacerse estudios médicos de rutina, se enteró que tenía altos niveles de calcio, que como descubrió después, tenía relación con la mala praxis en la operación de glúteos que le practicó el doctor Lotocki.

En estos momentos, Silvina Luna busca hacerse un trasplante re riñón, pero aún no figura en la lista porque primero tiene que quitarse una bacteria que le detectaron. “Estoy en un tratamiento con medicación para matar a la bacteria y recién después entrar en la lista de Incucai para esperar el trasplante. Entre una cosa y la otra, el año pasado estuve medio año internada. Después de eso, me dijeron que mis riñones no funcionaban y que el próximo paso era la diálisis”.

Respecto de este tratamiento de diálisis que la modelo realiza varias veces por semana, detalló: "Las primeras veces que iba me ponía muy triste, no dejan que nadie te acompañe”. Además, se refirió a Ezequiel, su hermano de 37 años que la acompaña en cada paso de esta dura enfermedad: “Mi hermano me contiene. Yo siempre lo cuidé a el y ahora él me cuida y me apoya, viene a casa y me prepara una comida, me abraza y eso me ayuda un montón. Además tengo a mis amigos que son un grupo de contención muy grande. Para atravesar estos momentos es necesario contar con una red de contención”.

En este sentido, Luna reflexionó acerca de cómo llegó a someterse a una cirugía estética que cambiaría su vida: "En el colegio me hacían bullying porque salía en una publicidad, me encerraban en el baño, me corrían hasta mi casa. Tenía amigas pero me tuve que defender sola, era una escuela picante. A los 17 años llegué a Buenos Aires y trabajaba de cualquier cosa y a los 20 entré a Gran Hermano. Siempre seguí hacia adelante pero también siempre fui muy insegura". "Cuando tomé la decisión de operarme, del otro lado me encontré con un psicópata, que me dijo que el procedimiento no tenía consecuencias adversas”, contó.

"Cuando tomé la decisión de operarme, del otro lado me encontré con un psicópata, que me dijo que el procedimiento no tenía consecuencias adversas”

"Cuando me encontraron el problema hace 10 años empecé a viajar y buscar terapias alternativas, biodecodificación, tomé ayahuasca medicinal. Después de indagar en todas esas terapias, empecé a escribir mi libro Simple y conciente. Hoy siento que soy un puente entre gente que necesita un aliento, entre los que se sienten solos y los que no tienen un grupo de red que los contenga”, contó. Y luego compartió los pensamientos a los que llegó en el último tiempo: “Es la fe lo que me ayuda a salir adelante. Creo en mí por todas las batallas que tuve que enfrentar a lo largo de mi vida, creo en Dios y en una energía mas grande. Hay que confiar en la vida”.

“Me gustaría decirle a la gente que no de nada por sentado. La vida, de repente, te puede dar una cachetada. Hay que cambiar la queja por el “gracias”. La única certeza que tenemos en la vida es la muerte. Es solo un paso más, no sabemos que hay después y por ahí es maravilloso”, expresó. Además, en el programa confesó un fuerte deseo que la atraviesa más aún después de estar afrontando esta enfermedad. “Ahora me cuesta pensarlo, pero hice una promesa y si todo sale bien después del trasplante quiero adoptar”.

FUENTE: D26.

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