El internismo primó durante meses. Dos fórmulas presidenciales peronistas, un record nacional. Por qué y cómo llega Massa. Ganadores del cierre peronista. Jujuy, la ofensiva de Morales y la respuesta social. Bullrich versus Larreta, los radicales como furgón. Córdoba y Formosa siguen la maratón de elecciones provinciales.
Se concretó el cierre de lista más farragoso desde la recuperación democrática. Despunta otra etapa: la campaña con boletas completas, candidatos identificables. Quien está leyendo lo sabe pero las reglas del arte imponen que se escriba al inicio. Sergio Massa y Agustín Rossi representarán a Unión por la Patria (UP). Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta dirimirán la interna de Juntos por el Cambio que tendrá entonces un candidato a presidente de PRO. Los radicales se amoldaron a acompañarlos con sendos pre-vices: el diputado Luis Petri con la ex ministra Bullrich, el gobernador Gerardo Morales con el jefe de Gobierno porteño Larreta.
Terciando, vaya a saberse a qué distancia (y aún si se sostiene como “tercio”) queda el diputado Javier Milei. El Frente de Izquierda dirime su interna tradicional. La fórmula Juan Schiaretti- Florencio Randazzo se inscribió en los minutos finales para amenizar la velada. Esta noche se sabrá si el gobernador cordobés se mantiene como torazo en su provincia. Randazzo es un luser serial, complicado que agregue votos o que sirva como cábala.
El macrismo y los correligionarios: Los cambiemitas arribaron al domingo repuntando algo después de varios meses plagados de torpezas, desgastes. Si llegan a la Rosada, la banda se la pondrá un macrista, la furibunda Bullrich o el semi desheredado Larreta.
Con vicisitudes las fórmulas corroboran la tendencia sostenida desde hace meses. El PRO comanda la coalición, los radicales carecen de piné para enfrentarlos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Esquivaron una goleada, la canjearon por dos vices que acompañan. El diputado Facundo Manes amagó hasta el final y escogió evitarse el destino del exsenador Ernesto Sanz en 2015.
La mejor apuesta de los boinas blancas es la precandidatura del senador Martín Lousteau en la Ciudad Autónoma (CABA). Mucho, si sale bien. Muestra de una dificultad de Larreta para afianzarse en su terruño.
Los cambiemitas se rejuntaron para bancar a Gerardo Morales que se metió en camisa de once varas aprobando una constitución autoritaria. Imaginaba que sus rivales estaban dispersos (cierto) y por ende vencidos (falso de toda falsedad). La revuelta en su contra yuxtapuso diferentes sectores y demandas. Desde los docentes mal retribuidos hasta las comunidades defraudadas y humilladas. Los trabajadores de la educación suelen movilizarse, en todo el país. Las comunidades manejan tiempos propios para “bajar” a las rutas pero, históricamente, es peliagudo conseguir que se replieguen cuando se plantan. Gente común, jujeña hasta el tuétano, “reconociendo” haber votado al gobernador, plantándose. “Mi dueño tú no eres” dijo, insuperable en la frase y en la dignidad, un ama de casa de Perico ante las cámaras de la señal C5N.
En el plazo cortito, los cambiemitas cierran filas lo que siempre vale. En Jujuy mostraron demasiada saña, insidia, vocación de reprimir. Enfrente, la gente común enfrentándolos. Por primera vez en esta nota:
**
Pudo el que más quiso: En veinticuatro horas el oficialismo proclamó dos fórmulas, deshizo una. Abusó del off the record esta vez en cadena nacional informal. El ministro Eduardo de Pedro convalidó los rumores el viernes a la tarde. El gobernador tucumano Juan Manzur prolongó un almuerzo dichoso en el que festejaba a cuenta. La fórmula Wado-Manzur entró en el pasado súbitamente. Intervinieron presiones internas, operaciones, ofrecimientos angustiosos, pulseadas. Clásicos en estas circunstancias; es inusual e indeseable que se ostenten tanto. Las vicisitudes conciernen y atraen a personas politizadas o a la clase política. Uno intuye que carecerán de gravitación en el cuarto oscuro dentro de dos meses. Hoy en día acentúan la fea imagen pública de los dirigentes… en campaña hay oportunidad para remontar y cambiar el eje.
El binomio presidencial y las postulaciones a diputados o senadores nacionales arrojan indicios sobre ganadores y perdedores en el sprint definitivo. No era imaginable un acuerdo win-win tras un gobierno que dejó mucho que desear, que está dividido desde hace dos años o más. Para colmo, tras el desempeño frustrante de una coalición que no supo sostener una voluntad común en la que el presidente y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dejaron de dirigirse la palabra.
El primer ganador es Sergio Massa que siempre quiso llegar a ese lugar desde que bregó por el ministerio de Economía y parte sustancial del Gabinete. La voluntad sola no alcanza, sin ella nada es posible.
Se imponen también los gobernadores que confluyeron en pos de una lista de unidad por la que presionó Massa. Unidad no completa porque Juan Grabois se presenta a competir en las PASO.
Alberto Fernández salió airoso del ostracismo, en su hora menos propicia: encontró una oportunidad tras renunciar a ser reelecto por haberse perdido en el camino.
El Frente Renovador (FR), los mandatarios provinciales y el presidente prevalecieron sobre el sector kirchnerista. Cristina estaba limitada para digitar a alguien posiblemente porque su poder interno menguó, una variable difícil para mensurar. Y por algo más notorio: no tener un candidato propio, taquillero, con capacidad para encolumnar al conjunto. La dirigencia kirchnerista se engolosinó con la letanía “presidenta…” sin hacerse cargo de la decisión de no ser candidata formulada en diciembre. Tenían el deber de captar el mensaje, de ser pragmáticos, de hacerse cargo. Las bases pueden divagar no así los profesionales de la política.
Alberto Fernández salió airoso del ostracismo, en su hora menos propicia: encontró una oportunidad tras renunciar a ser reelecto por haberse perdido en el camino.
El Frente Renovador (FR), los mandatarios provinciales y el presidente prevalecieron sobre el sector kirchnerista. Cristina estaba limitada para digitar a alguien posiblemente porque su poder interno menguó, una variable difícil para mensurar. Y por algo más notorio: no tener un candidato propio, taquillero, con capacidad para encolumnar al conjunto. La dirigencia kirchnerista se engolosinó con la letanía “presidenta…” sin hacerse cargo de la decisión de no ser candidata formulada en diciembre. Tenían el deber de captar el mensaje, de ser pragmáticos, de hacerse cargo. Las bases pueden divagar no así los profesionales de la política.
Las parejas desparejas: Se polemizó también sobre eventuales discordancias o antagonismos o incoherencias en las fórmulas. Sobre todo en la subcultura kirchnerista o de izquierda. Entusiastas con Wado, enojados o desolados con Manzur, por caso.
También personas que tienen valoración muy diferente entre Massa y el Chivo Rossi.
Esos debates se encapsulan en los reseñados en el bloquecito anterior. Lo dejamos acá, de momento. Apenas glosar una opinión que los lectores de Página conocen. Este cronista piensa que De Pedro y Rossi representan a los logros y valores del kirchnerismo mejor que Massa y Manzur.
La rosca y el electorado: Días de rosca incesante. Pulseadas que se filtran a los medios como las que demoraron los anuncios de cierre en Buenos Aires. Axel-Verónica Magario seguirán unidos, Máximo Kirchner se avino a ser candidato a primer diputado nacional. De Pedro lo será a senador, en quizá la única provincia en que el peronismo puede recobrar una banca, si vence. La ocuparía Juliana Di Tullio. El kichnerismo domina en los primeros lugares de las listas para legisladores nacionales. La gobernadora santacruceña Alicia Kirchner se postula para senadora. El Congreso será el bastión kirchnerista en cualquier futuro,
Los últimos tramos cambiemitas lucieron mas prolijos que los peronistas.
Todos los acuerdos se trenzan entre dirigentes o sectores. La militancia, las bases miran por tevé. Más de 33 millones de argentinos están en condiciones de votar en agosto, lo harán 29 millones más o menos. La gente de a pie será protagonista, definirá, en general sus veredictos expresan voluntad conjunta, la participación crea democracia.
Salir del enfrascamiento corporativo, abrir las orejas, saber comunicar e iluminar futuro.. tales los retos para los candidatos. Nada está definido en un proceso asombroso cuya última etapa acaba de arrancar.