“Desde que asumimos en noviembre del 2017, el trabajo en la Defensoría del Pueblo se incrementó en más del 300 %, con los mismos recursos humanos y bienes de movilidad, lo que hoy dificulta el funcionamiento de la institución”, indicó Alberto Penayo.
Además, explicó que “en la entidad trabajamos un equipo de 20 personas, para atender los problemas de una ciudad de más de 300 mil habitantes”. Y en ese mismo marco enfatizó que “el incremento de reclamos obligó a diseñar nuevos mecanismos como la mesa Interinstitucional, mediación y asambleas colectivas con participación directa de los vecinos en las decisiones.
En ese sentido, el ombudsman, reveló que los mayores problemas planteados por la sociedad, gira en torno a la tarifa del transporte de pasajeros, los servicios de luz y agua potable.