Tras una maratónica sesión, la Cámara alta introdujo cambios extra en la reorganización administrativa del Estado, privatizaciones, la reactivación de la moratoria jubilatoria y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
El Gobierno logró la tan ansiada aprobación de la ley Bases en el Senado, luego de meses de tironeo y cruces con la oposición. No fue una tarea sencilla para el oficialismo dado que debió ceder en varios ítems claves del proyecto original, como la moratoria jubilatoria, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), privatizaciones, reforma impositiva al tabaco y la delegación de facultades al presidente Javier Milei, quien se encuentra en el G7 en Italia.
Con la luz verde del Senado, ahora la ley Bases volverá a la Cámara de Diputados, donde tendrá que ratificar lo aprobado en la maratónica sesión o insistir con la versión original de la iniciativa.
El Gobierno cedió y logró aprobar la ley Bases con cambios
La votación en general del proyecto quedó igualada en 36, por lo que desempató la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel.
Las adhesiones fueron del oficialismo y gran parte de la oposición dialoguista, mientras que los rechazos vinieron de los 33 legisladores kirchneristas, los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano y el radical Martín Lousteau.
RIGI
El Senado aprobó en la noche del miércoles el RIGI, facultades delegadas, impuestos al tabaco y el paquete de privatizaciones, los puntos que mayor conflicto suscitaron en la discusión de la Ley de Bases.
El RIGI fue acompañado, inclusive, por tres senadores kirchneristas: Guillermo Andrada (Catamarca), Carolina Moisés (Jujuy) y Sandra Mendoza (Mendoza). Por lo tanto, el oficialismo alcanzó los 38 votos positivos.
De la mayoría que había consolidado el oficialismo, con 36 voluntades, no acompañó en este punto el senador Edgardo Kueider (Entre Ríos). En este contexto, la minoría quedó con 32 votos negativos.
Facultades delegadas
En facultades delegadas, los senadores radicales Martín Lousteau y Maximiliano Abad votaron en contra. Los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano fueron la garantía para el oficialismo, los dos protagonistas de la jornada.
De esta manera, la votación quedó 35 a 35 y volvió a desempatar la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, como en la votación en general, ya que Lousteau y Abad quedaron del lado del kirchnerismo que aglomera 33 escaños.
Privatizaciones y reforma del Estado
La misma maniobra replicaron Carambia y Gadano durante la votación del paquete de empresas a sujetas a privatizar o de privatización parcial. En tabaco, el kirchnerismo volvió a aportarle porotos al oficialismo, algo similar ocurrió en Diputados.
Al inicio de la sesión, el presidente provisional de la Cámara alta y titular de la comisión de Legislación General -miembro informante-, Bartolomé Abdala, aseguró que se agregaban en la exclusión de influencias sobre estructura jurídica o reorganización a “aquellos organismos vinculados a la cultura”.
Además, “en los casos de reorganización, modificación o transformación de la estructura jurídica, centralización, fusión o escisión de los organismos relacionados con la ciencia, la tecnología y la innovación, se garantizará el financiamiento para la continuidad de las funciones de dichos organismos en el marco del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030″.
En tanto, se incorporó la “Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como organismo excluido de la facultad de intervenir”. Seguido a ello, Abdala comentó la quita de Aerolíneas Argentinas, RTA y Correo Argentino del anexo relacionado con la posibilidad de privatización.
Impuestos al tabaco
El título que le impone incrementos en los aranceles al tabaco salió con 33 votos a favor, 10 en contra y 27 abstenciones, varias de ellas motorizadas por el kirchnerismo duro, al igual que los votos negativos.
La reforma impositiva del tabaco fue uno de los artículos menos tratados dentro del debate parlamentario de la ley Bases en el Senado y ni siquiera estaba incluido en el dictamen. Sancionado de improviso en Diputados, tuvo la misma suerte en la Cámara alta y logró su aprobación por mayoría, con un importante número de abstenciones.
Dos tabacaleras que estaban beneficiadas por una medida cautelar por la cual eludían el pago de impuestos sufrieron un revés judicial frente a un reclamo de la AFIP. Se trata de la misma ventaja competitiva que mantiene Tabacalera Sarandí, de Pablo Otero, por la cual al no cumplir con la obligación del impuesto interno sus cigarrillos se venden al público a un precio más barato, lo que le permitió ganar una mayor participación de mercado.