Tras confirmar la estrecha relación con el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el gobierno de Javier Milei pretende que la negociación con el FMI se convierta en el puntapié inicial de la tercera fase del programa económico.
Esta etapa debe derivar en la eliminación del “aberrante” cepo cambiario, tal como lo calificó Milei en el marco del Foro de Davos.
Milei aseguró que en cuanto consiga financiamiento internacional buscará levantar las restricciones, un reclamo que le vienen haciendo el mercado y las empresas.
El presidente argentino considera que una vez desarmadas totalmente las restricciones cambiarias, el mundo empresarial ya no tendrá excusas para traer inversiones al país.
“Estamos comprometidos a sacar los controles de capitales y el cepo, que es una herramienta de expropiación por parte del sector público”, dijo el mandatario.
Pero también explicó la importancia de tener el timing necesario para tomar esa medida: “El cepo es aberrante y lo voy a sacar. Lo que sucede es que soy liberal libertario, no soy liberal libertarado. No solo son las cuestiones de flujo, sino las de stock”, insistió Milei.
Y detalló que se saldrá de las restricciones cambiarias “cuando logremos reconstituir el equilibrio de stocks en el Banco Central. La diferencia es que, si conseguimos financiamiento, la salida es más rápida”.
El gobierno cree que se está cada vez más cerca de alcanzar ese objetivo, que está incluido en las negociaciones que acaban de empezar en Buenos Aires entre el ministro Luis Caputo y los enviados del organismo multilateral.
A ellos, les explicó que cualquier tipo de acuerdo que se firme de financiamiento se ingresará al Tesoro para recomprarle deuda al Banco Central.
Así, la deuda total no aumentará, solo cambia la composición, y se recompone el balance del Banco Central. Cuanto más solvente es el BCRA, el nivel de precios de equilibrio es más bajo, razonan en la Casa Rosada.
Para Milei y Caputo, cuando se recompone el balance del Banco Central, se baja la inflación de largo plazo.