En Casa Rosada confirman que Javier Milei no subirá el gasto, ni la inversión pública y utilizará el superávit para bajar impuestos. En 2024 cayeron unas 4.000 firmas. Las empresas piden al menos rescindir los contratos de los proyectos que quedaron truncos.
La inversión en infraestructura durante el año 2024 fue la menor desde la caída de la convertibilidad. El dato surge de un informe de la consultora PxQ que detalla los gastos de capital ejecutados por el Estado desde 1993 a precios constantes. Fuentes de la Casa Rosada confirmaron que el gobierno de Javier Milei no piensa invertir en obra pública salvo contadas excepciones y apuntan a las provincias. Las empresas piden que, al menos, rescindan los contratos de los proyectos ya iniciados.
El Gobierno logró su objetivo de alcanzar el superávit financiero en su primer año de gestión. Para eso tuvo que llevar adelante un ajuste drástico del gasto público. El recorte, al que Javier Milei describió como “el más grande de la historia de la humanidad”, estuvo liderado por la obra pública que quedó virtualmente paralizada.
Según el monitor fiscal que elabora PxQ, la consultora del ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, la partida gastos de capital cayó un 77% y fue la que más sufrió, seguida por transferencias a provincias -68% (en muchos casos también para obras), otros gastos corrientes -66% y subsidios económicos -34%.
El parate pegó fuerte en las empresas. Según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), para octubre de 2024 cayó un 9,2% la cantidad de empleadores, lo que evidencia la desaparición de unas cuatro mil firmas del sector en tan solo un año. Los datos del Instituto Argentina Grande, que nuclea a técnicos de Gabriel Katopodis, dan cuenta de una pérdida de 80.000 empleos en el período.