Las Cataratas del Iguazú, una de las siete maravillas naturales del mundo, ofrecen por estos días un espectáculo deslumbrante debido al aumento significativo del caudal del río que las alimenta.
Aunque se espera que el nivel comience a descender en las próximas horas, persiste una alta probabilidad de lluvias en la cuenca del río Iguazú, lo que mantiene el monitoreo en estado de alerta.
Este fenómeno natural realza aún más la majestuosidad del paisaje, con los 275 saltos mostrando una potencia pocas veces vista. Desde el Parque Nacional Iguazú informaron que el pico de la creciente se esperaba para la noche del viernes, pero el flujo de agua continuó en aumento, estabilizándose cerca de las 10 de la mañana en 5.100 metros cúbicos por segundo. Para dimensionar la magnitud, el caudal habitual del río varía entre los 1.500 y 1.800 metros cúbicos por segundo.
A pesar de la espectacular crecida, las autoridades del área protegida aseguraron que, por el momento, no hay riesgos que ameriten cierres preventivos. Sin embargo, mantienen una vigilancia constante ante las condiciones meteorológicas cambiantes.