jueves, julio 3, 2025

Aseguran que el 98% de los casos de VIH en Argentina son por relaciones sexuales sin preservativo

En Argentina, la pandemia silenciosa del VIH sigue avanzando. A pesar de los avances en el tratamiento y la visibilidad pública, los nuevos contagios no disminuyen al ritmo esperado.

Por el contrario, el último boletín del Ministerio de Salud reveló que el 98% de las personas que contrajeron el virus lo hicieron a través de relaciones sexuales sin preservativo, un dato que revela no solo la magnitud del problema sino también el retroceso en términos de prevención y educación sexual.

Este fenómeno se ve agravado por el hecho de que el 45% de los nuevos diagnósticos se realiza en forma tardía, es decir, cuando la infección ya ha avanzado considerablemente. Esto no solo afecta la salud de quienes viven con VIH, sino que también aumenta el riesgo de transmisión comunitaria no intencional.

El contexto no es casual: el Gobierno comenzó recortando casi el 76% de las partidas destinadas a la respuesta al VIH, infecciones de transmisión sexual (ETS), hepatitis virales y tuberculosis para luego avanzar con otras medidas como despedir a una importante parte de trabajadores del área de Salud.

En diálogo con C5N, Leandro Cahn, director ejecutivo de Fundación Huésped, explicó: “Se perdió un poco el miedo al VIH. Hoy mucha gente cree que con una pastilla diaria el problema está resuelto, pero el mejor tratamiento nunca va a ser mejor que no haber contraído la infección”.

Esa percepción equivocada, según su análisis, es el resultado de décadas de avances médicos que transformaron al VIH de una enfermedad mortal a una infección crónica. Sin embargo, la mejora en los tratamientos trajo consigo una relajación en las conductas de cuidado, particularmente en el uso del preservativo, herramienta básica de prevención.

“Las personas más jóvenes, sobre todo, no vieron morir a sus amigos, a sus parejas o familiares. No vivieron la época más dura de la epidemia y eso influye en cómo perciben el riesgo”, sostuvo. Según el boletín oficial, el 20% de los nuevos casos de VIH en Argentina corresponde a personas menores de 25 años.

La falta de campañas sostenidas de prevención y una educación sexual integral que no se aplica de forma equitativa en todas las provincias también contribuyen a que los jóvenes lleguen a la adultez sin herramientas adecuadas para cuidar su salud sexual.

Otro factor alarmante es la interrupción en la distribución gratuita de preservativos por parte del Gobierno nacional durante todo 2024 y lo que va de 2025. En la actualidad, no hay compras centralizadas en curso y las provincias deben hacer frente a la demanda con sus propios recursos. “Cuando el preservativo compite con el plato de comida, ya sabemos qué va a elegir la gente. Van a comer y van a tener relaciones sexuales igual, pero sin protección”, advirtió. Según un relevamiento en los sitios oficiales de las distintas marcas de profilácticos, en Argentina un preservativo tiene un costo aproximado de $1.000.

Además del VIH, otras infecciones de transmisión sexual como la sífilis y la gonorrea también están en aumento. Esto se explica, en parte, por el bajo uso del preservativo y la falsa sensación de seguridad que otorgan herramientas como la profilaxis preexposición (PrEP), que previene el VIH pero no otras ITS ni embarazos.

“La PrEP es una excelente herramienta dentro de lo que llamamos prevención combinada, pero no reemplaza al preservativo. Cada método tiene su rol y su límite”, enfatizó el infectólogo. La prevención combinada incluye distintas estrategias: uso de preservativos, PrEP, PEP (profilaxis post exposición), diagnóstico temprano y tratamiento inmediato para quienes viven con el virus.

Uno de los grandes desafíos actuales es lograr que más personas accedan al test de VIH. En Argentina, este análisis es gratuito, confidencial y se realiza con una simple muestra de sangre o un pinchazo en el dedo. “Es rápido y 99 de cada 100 tests dan negativo. Es una oportunidad para revisar hábitos, hacer preguntas, resolver dudas. Y si da positivo, el tratamiento está garantizado por ley”, remarcó.

El diagnóstico temprano no solo mejora la calidad de vida de quien vive con el virus, sino que también evita que transmita el VIH a otras personas. De hecho, una persona que está en tratamiento y mantiene una carga viral indetectable no transmite el virus por vía sexual, concepto que se conoce como I=I (Indetectable = Intransmisible).

Sin embargo, el acceso a la información no siempre es claro. Si bien el sistema de salud garantiza el tratamiento antirretroviral, desde Fundación Huésped alertan que existe poca transparencia en los procesos de compra y distribución. Muchos medicamentos se adquieren a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y no figuran en los registros públicos como el portal Comprar, lo que genera incertidumbre.

En términos económicos, la inversión en prevención es ampliamente más rentable que los costos asociados a la atención de diagnósticos tardíos. “No hay nada más barato que trabajar en la prevención y trabajar en la detección temprana y el tratamiento oportuno”, sostuvo al tiempo que mencionó que lo que no se invierte en preservativos, campañas o testeos se transforma después en internaciones, licencias laborales y tratamientos complejos.

La respuesta al VIH, insisten desde Fundación Huésped, debe ser integral y sostenida en el tiempo, con participación del Estado, del sistema educativo, de los medios de comunicación y de la comunidad. No alcanza con una sola campaña o con entregar folletos una vez al año.

Para Cahn, es momento de recuperar el compromiso colectivo con la prevención. “Saber siempre es mejor. No se trata solo de protegerse uno mismo, sino de cuidar también al otro. El VIH no discrimina, y la información, el testeo y el cuidado son derechos que deben estar garantizados”.

Actualmente, en todo el país existen centros de salud, hospitales y ONGs que ofrecen el test de VIH de manera gratuita. También está disponible un mapa digital de distribución de preservativos gratuitos, aunque su stock es limitado.

Otro punto clave es romper con el estigma que aún rodea al VIH: muchas personas aún no se testean por temor al rechazo o a ser señaladas. “El estigma mata tanto como el virus. Por eso es fundamental hablar del tema con claridad, sin prejuicios ni desinformación”, concluyó el referente de la organización.

El panorama actual exige medidas urgentes. Reforzar las campañas de prevención, garantizar el acceso a preservativos y test, capacitar en ESI, y mejorar la transparencia en el sistema de salud son pasos imprescindibles para evitar que el VIH siga avanzando en silencio pero que el Gobierno decidió, por el momento, no darlos.

Más Información