El Gobierno presentará este lunes en el Congreso el proyecto de Presupuesto 2026 con la promesa de alcanzar un superávit primario de 2% del PBI, tal como fue adelantado al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente Javier Milei acompañará el envío con un discurso en cadena nacional en el que insistirá en sostener el ajuste, en un contexto donde el resultado de las elecciones de octubre será clave para su viabilidad política.
Las metas quedaron desactualizadas en apenas tres meses. El anticipo enviado al Congreso en julio preveía un dólar a $1.245 en diciembre, cuando ya supera los $1.450. Las tasas de interés saltaron del 29% al 60% y la inflación proyectada para 2025 pasó del 22% al 28,2%, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA. Estos desvíos obligarán a renegociar con el FMI las bandas cambiarias y el marco de metas fiscales.
En materia de actividad, el borrador estimaba un crecimiento de 5,5% para 2025 con subas en industria (5,3%), comercio (7,6%) e inversión (22,7%). También preveía un alza de 7,2% en el consumo privado y del 5% en el gasto público. El Gobierno incluyó además un aumento de 22,3% en la recaudación para 2026, con una presión tributaria que pasaría de 22,23% a 22,74% del PBI.
El FMI ya adelantó que espera “progresos en las reformas fiscales necesarias” y seguirá de cerca la capacidad política del oficialismo para sostener el plan. En el mercado, los analistas sospechan que el Gobierno no tendrá fuerza suficiente para avanzar con las reformas estructurales prometidas, como la laboral y la tributaria.
El proyecto prevé ingresos adicionales por Ganancias de 23,2% interanual, impulsados por la inflación, el tipo de cambio y la recuperación de salarios e importaciones. Milei aspira a que el Congreso apruebe el texto sin modificaciones y así blindar la meta de superávit primario de 2,2%. Sin embargo, tras los comicios se abriría la necesidad de negociar con gobernadores y sectores de la oposición.
La situación electoral condiciona el Presupuesto 2026. El año pasado Milei debió prorrogar el Presupuesto 2023 tras el rechazo al de 2025. Ahora, el objetivo de sostener el equilibrio fiscal se enfrenta a la incertidumbre sobre la capacidad del Gobierno para construir mayorías legislativas. Los operadores de la city advierten que, aun con un triunfo en octubre, el oficialismo solo tendría el número justo para blindar vetos, pero insuficiente para impulsar las reformas que considera imprescindibles.