El decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones, Dardo Martí, alertó sobre la delicada situación que atraviesan las universidades nacionales debido a la caída del poder adquisitivo de los trabajadores y la insuficiencia presupuestaria para el funcionamiento de las instituciones.
Martí explicó que los salarios de docentes y no docentes se encuentran entre un 50% y 60% por debajo del resto de los trabajadores estatales, y que, pese a los reclamos, la situación no muestra señales de mejora. “El problema es grave. Sigue estando el salario de los trabajadores de las universidades nacionales muy por debajo del promedio”, señaló.
El decano recordó que la ley aprobada por el Congreso aún no fue aplicada y que tampoco se discutió el Presupuesto Nacional 2026, lo que genera incertidumbre sobre el futuro del sistema. “Es un problema delicado y seguramente habrá medidas de fuerza cada vez mayores”, anticipó en relación a las 72 horas de paro anunciadas por los gremios.
Martí señaló que el sostenimiento de las universidades hoy depende en gran medida de sus propios ingresos, debido a la marcada reducción de las partidas nacionales. “Los fondos disponibles para operar son mínimos. La mayoría de las instituciones se mantienen con lo que obtienen por prestaciones a empresas o acuerdos con el sector privado”, explicó. Añadió que esos recursos, antes destinados a becas o mejoras edilicias, “ahora se utilizan para cubrir gastos básicos como energía o limpieza”.
Al ser consultado sobre una posible reducción de la carga laboral docente ante la pérdida del poder adquisitivo, el decano fue categórico: “Los profesores no pueden trabajar menos horas. Cada uno tiene un cargo, una dedicación y una función que cumplir. No es que porque te pagan menos podés faltar; eso no existe”.
Renuncia de docenttes
Martí también describió un fenómeno cada vez más visible en el ámbito académico: la renuncia de docentes con alta calificación, especialmente en el área de salud. “Se trata de profesionales experimentados, con gran capacidad, que dejan sus cargos porque ya no les resulta rentable. En el sector público o privado de salud perciben ingresos mucho más altos”, indicó.
Esa pérdida, advirtió, impacta directamente en la calidad educativa y en la formación de nuevos especialistas. “No se forma un recurso humano de alto nivel de un día para otro. No es que la semana que viene, habiendo dinero, vamos a conseguir a alguien con la misma preparación y trayectoria”, sostuvo.
Finalmente, destacó la complejidad del oficio docente y el tiempo que demanda alcanzar cargos jerárquicos. “Así como a alguien le lleva doce años recibirse de médico, también puede llevar una década o más llegar a ser jefe de cátedra. No cualquiera puede ponerse frente a un aula; tiene que ser alguien muy preparado”, concluyó Martí.
