El ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, cuestionó el Decreto 812/2025 del Gobierno nacional y advirtió que la eliminación de las facultades regulatorias del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) provocó una fuerte caída en los ingresos de los productores.
A través de sus redes sociales, Safrán se pronunció contra la medida del Poder Ejecutivo, que dejó sin efecto la capacidad del INYM para fijar precios en la cadena yerbatera. “Entender el mercado yerbatero implica reconocer que su desregulación perjudica a la mayoría del sector”, escribió en X (ex Twitter).
También destacó las gestiones de diálogo impulsadas por el Gobierno provincial para revertir los efectos de esta decisión. “Es necesario aclarar algunas cuestiones, porque quienes desconocen cómo funciona este mercado llegan a conclusiones equivocadas y promueven medidas que están dañando seriamente a la mayoría del sector”, afirmó, en referencia a la defensa del ministro Sturzenegger.
Safrán recordó además las advertencias del gobernador Hugo Passalacqua sobre los riesgos de una mayor concentración económica. En esa línea, sostuvo que “solo un mercado equilibrado garantiza que todos los actores de la cadena yerbatera puedan vivir de su trabajo”.
“Eliminar la regulación estatal sin buscar un equilibrio entre los distintos eslabones de la actividad provocará una concentración cada vez mayor, con menos productores y beneficios para unos pocos, en detrimento de la gran mayoría e incluso de los consumidores”, señaló.
Para explicar la situación, el ministro desmintió algunos mitos frecuentes. Indicó que el productor primario no define el precio de la hoja verde: “El valor lo establecen los secaderos, según el precio que reciban de la yerba canchada. Pero ellos tampoco fijan el precio final, que queda en manos de los acopiadores y molinos al momento de comprar la materia prima”.
Safrán remarcó que esto ocurre porque el mercado tiene una oferta altamente atomizada, con más de 13.000 productores, frente a una demanda muy concentrada alrededor de 130 molinos y un número aún menor de cadenas de supermercados
Otro rasgo estructural del sector es la imposibilidad de almacenar la producción, a diferencia de cultivos como la soja. “El productor no puede guardar la yerba en silobolsas: o cosecha y vende al precio que le ofrecen, o no cosecha y pierde la temporada, porque las hojas se caen”, explicó.
En ese contexto, insistió en que las facultades regulatorias del INYM no se limitaban a fijar precios mínimos, sino que formaban parte de un esquema más amplio. Recordó que el Gobierno provincial sostiene políticas activas para promover nuevos mercados y aplicaciones de la yerba mate, lo que permitiría impulsar la demanda y sostener los ingresos de los productores.
Safrán alertó además sobre las consecuencias que ya se observan tras la pérdida de funciones del INYM: “Desde entonces, el precio de la hoja verde cayó más del 77% en términos reales, una disminución que no puede atribuirse al aumento de la producción en 2024 y 2025”.
Finalmente, llamó a construir acuerdos dentro de la cadena productiva: “Es fundamental que la mayoría del sector genere los consensos necesarios para recuperar la rentabilidad, especialmente para los productores y los trabajadores de la cosecha”.
