La creciente tendencia de los últimos años con respecto al UUD (Último Último Día) aún genera debate en la comunidad educativa y este viernes, en el Instituto Roque González, volvió a reflotar esta discusión cuando un grupo de estudiantes de 5to año intentó ingresar a celebrar el cierre de año, pese a que los directivos informaron previamente que no habría actividades presenciales para ese curso.
Varios alumnos llegaron acompañados por sus padres, quienes defendieron que los jóvenes solo buscaban “sacarse fotos y despedirse del colegio”. Sin embargo, el conflicto tomó otra dimensión debido a antecedentes recientes que encendieron las alertas dentro de la comunidad educativa.
En los últimos días, algunos estudiantes del mismo curso habían protagonizado incidentes que generaron preocupación: la explosión de un petardo en un baño, que causó daños materiales y obligó a clausurar el sector temporalmente, y el impacto de una bombita de agua contra una preceptora, presuntamente arrojada por un grupo de alumnos. Estos episodios motivaron un refuerzo inmediato de las medidas internas de seguridad y vigilancia, justo en la etapa final del ciclo lectivo.
El aviso previo del Instituto
El colegio había notificado por correo electrónico que el 5 de diciembre marcaba el cierre del trimestre académico, y que los 5º años no tendrían clases presenciales, ya que el personal docente estaría abocado a organizar el acompañamiento pedagógico para estudiantes con materias pendientes. Se aclaraba además que la continuidad educativa se sostendría con actividades asincrónicas y se recordaba que el acto de colación será el 12 de diciembre a las 18:30, con uniforme completo y puntualidad estricta.
Intento de ingreso y presencia de alumnos alcoholizados
Pese a la comunicación institucional, los estudiantes se presentaron igual en el establecimiento. Según trascendió, varios habían participado la noche anterior del tradicional “UUD” (Último Último Día), una celebración informal entre egresados que suele incluir consumo de alcohol. Testigos aseguran que algunos jóvenes llegaron al colegio con visibles signos de ebriedad, lo que agravó la preocupación del equipo directivo y contribuyó a la decisión de impedir su ingreso.
