Osvaldo De La Fuente es una figura reconocida de la música misionera. Radicado en la provincia desde 1984, construyó una trayectoria de más de cuatro décadas que lo ubica como uno de los músicos y compositores más prolíficos de la región. Con 16 discos editados oficialmente, formó parte de proyectos fundamentales como Los Pie y además desarrolló una sólida carrera solista, grabando junto a artistas destacados de la tierra colorada, participando incluso de un recital de Divididos y dando forma a canciones que marcaron distintas etapas de la escena local.
En su visita a Códigos, De La Fuente habló del lanzamiento de “Bitácora”, su obra más reciente, a la que definió como un trabajo de síntesis y cierre. El álbum representa un regreso consciente a los lenguajes del pop y el rock que marcaron sus comienzos, luego de una etapa dedicada al folclore. Según explicó, el disco se fue gestando con tiempo, a partir de canciones que aparecieron incluso dos años antes de la grabación definitiva.
“Bitácora es mi disco número 16, así que el proceso se repite: las canciones van apareciendo y cuando uno ve que el material empieza a cerrar un concepto, ahí va surgiendo el resto. Yo sigo pensando en términos de álbum, soy de esa vieja escuela”, señaló.

El nuevo material dialoga con una estética sonora asociada a los años 80, atravesada por sintetizadores clásicos y baterías electrónicas, pero reinterpretada desde el presente. De La Fuente remarcó que ese universo no responde a una moda pasajera, sino a una experiencia vivida en primera persona, que hoy encuentra un nuevo sentido dentro de sus composiciones actuales.
“Mi adolescencia fue en los años 80, fue la música que escuché y la época donde más se disfruta poner discos. Esa estética volvió y me pareció adecuada para estas canciones. Investigué esas tímbricas, los DX7, las 808, y sentí que le daban el cierre justo a lo que las canciones decían”, explicó.
En ese contexto, el compositor señaló que la elección sonora no fue un gesto nostálgico, sino una decisión artística coherente con el contenido del álbum. Para De La Fuente, recuperar esos climas permitió reforzar el sentido de las canciones y darles una identidad clara, apoyada en una estética que hoy vuelve a circular pero que él conoce desde su origen.

También destacó el rol central que tuvo en la producción general del disco, asumiendo tareas de arreglo e interpretación, además de la composición. Ese trabajo integral le permitió construir un sonido compacto y personal, en el que cada elemento cumple una función precisa dentro del relato musical que propone La Bitácora.
"Bitácora" también marca una diferencia respecto a trabajos anteriores como "El libro de los monstruos", "Vestigios" o "Lumbre". En esta ocasión, el eje vocal está puesto casi exclusivamente en Leo Rojas, mientras que Osvaldo asumió un rol central en la producción, los arreglos y la interpretación instrumental, consolidando una identidad más unificada.
Presentación oficial de las nuevas canciones
La presentación oficial del disco será el domingo 21 de diciembre a las 21 horas en Espacio Reciclado, un lugar elegido por su cercanía con el público. El espectáculo contará con una banda integrada por Diego Vergara en bajo, Leandro Gianni en teclados y Darío Vega en batería, además de invitados especiales y una sección de vientos que ampliará el sonido del álbum. El repertorio estará enfocado exclusivamente en el nuevo material.
“Es un disco que no se tocó nunca en vivo. Recién ahora lo estamos pasando a la banda y queremos llegar bien con estas canciones. Lo demás quedará para otra oportunidad”, anticipó.

Contexto nacional complejo para los artistas
Finalmente, De La Fuente se refirió al contexto social y económico que atraviesan los artistas en la Argentina, una situación que impacta directamente en la actividad cultural y en la posibilidad de sostener proyectos musicales en el tiempo. En ese marco, señaló que los recortes y las dificultades económicas afectan de manera inmediata al consumo cultural.
“Es un momento complejo, muchos sectores están siendo perjudicados y la música no es la excepción. Cada vez que hay ajustes, la cultura es de las primeras cosas que se resienten: si tenés que dejar de ir a un recital para pagar una cuota o una deuda, lo hacés. Lo digo porque hay malestar y mucha gente no la está pasando bien, y señalarlo también es parte del lugar que uno ocupa”, concluyó.

