En la investigación surgieron sugerentes conversaciones con su padre, Miguel Calvete, acusado de lobista entre las droguerías y el organismo.
La promesa de comprarle “una Lambo” a papá, igual que la verborragia incontenible de Diego Spagnuolo, quedaron en el pasado. Los imputados por el pago de sobornos y el direccionamiento en la compra de medicamentos de altísimo costo en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que supo conducir el abogado personal y compañero de tertulias del presidente Javier Milei, parecen haber llegado a un acuerdo sobre la mejor estrategia de defensa: el silencio. La última en negarse a declarar en Comodoro Py, ayer, fue Ornella Calvete, ex funcionaria del Ministerio de Economía de Luis Caputo e hija de Miguel Ángel Calvete, presunto jefe de la asociación ilícita. Su abogado defensor, Fernando Manzanares, dijo que se limitarán a entregar un descargo por escrito.
“En lo que respecta a la participación de Ornella Calvete en las conductas ilegales desplegadas por la organización, es preciso señalar que las evidencias valoradas hasta aquí no hacen más que confirmar que ella no solo sabía y se beneficiaba del dinero obtenido en forma espuria por la estructura criminal, sino que también habría cumplido un rol de colaboradora de su padre”, escribió el fiscal Picardi al solicitar la citación a indagatoria.
En el allanamiento a su casa, el 9 de octubre, la Justicia secuestró casi 700.000 dólares y 19.190.000 pesos, de cuyo origen no se dieron explicaciones. En la investigación surgieron también sugerentes conversaciones con su padre, acusado de lobista entre las droguerías y la ANDIS, vinculadas a las contrataciones con prestadores. Cuando el ex concejal de Cambiemos en La Matanza le avisó que “ya concretó una reunión”, la hija le deseó éxitos y agregó que si todo salía bien le compraría “una Lambo, una granja, lo que quieras”, tomó nota el fiscal. En otro diálogo, Ornella le preguntó si la empresa de ambos, Indecomm, tenía dinero en blanco. “Por si entran acá y me ven con mosssca”, le explicó. En su casa encontraron llaves y anotaciones sobre varias cajas de seguridad y la llave de una baulera, indicios de lugares de guardado ligados al “grupo empresario” que hacía grandes diferencias económicas con los medicamentos para discapacitados.
Ornella Calvete ejerció como directora nacional de Desarrollo Regional y Sectorial de la Secretaría de Industria y Comercio del ministerio que comanda Toto Caputo, que la había nombrado el 1º de septiembre de 2024. Renunció el 18 de noviembre último, cuando se desató el escándalo judicial en la causa ANDIS. Ayer, citada a indagatoria, llegó a los tribunales de Retiro al mediodía y se retiró poco antes de las tres de la tarde, luego de negarse a declarar. La suya era la última de las 15 indagatorias dispuestas por el juez a pedido del fiscal.
La vinculación de Ornella con el entramado ilegal se deriva del rol central de su padre, Miguel Ángel Calvete, ex vocero de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas, ex concejal por el bloque Nueva Dirigencia Cambiemos en La Matanza entre 2015 y 2019, y ex presidente de la comisión de Salud Pública en ese cuerpo legislativo. El fiscal lo considera una de las cabezas del entramado delictivo, vinculado a la Droguería Profarma SA y gestor de contratos y pagos a droguerías sin ser parte de la estructura de ANDIS. Calvete “es una persona vinculada a múltiples droguerías y firmas proveedoras de insumos PACBI, en particular a INDECOMM S.R.L., Profusión S.A. y Profarma S.A”. Además tenía “vinculaciones e influencia directa” con Spagnuolo y otro funcionario, Daniel María Garbellini, a quienes consultaba por pagos que debían disponer la ANDIS y con quienes se reunía en su casa y en bares de la zona sur de la ciudad.
La eyección de Ornella del Ministerio de Economía arrastró también a su pareja, Javier Cardini, que era subsecretario de Gestión Productiva en esa cartera y aparecería vinculado a otro presunto fraude al Estado, en su caso para traer al país autos de alta gama como si fueran de colección, para eludir los impuestos correspondientes. En su subsecretaría tramitó el expediente que cambió las reglas para habilitar la presunta maniobra delictiva.
Las malas nuevas para el clan Calvete se extienden también al exterior: Alejandro Calvete, hermano de Miguel Ángel y tío de Ornella, está acusado por la justicia española de haber colaborado con una banda de narcotraficantes mexicanos y tiene un pedido de captura por el presunto armado de una estructura con laboratorios que fundó en tres países europeos, dedicada al lavado de dinero.
