Mientras se transita uno de los inviernos más crudos de los últimos años, la ola polar y las intensas heladas le asestaron un durísimo golpe a miles de productores de frutas, verduras y hortalizas.
Esta situación pone en riesgo no sólo el sustento de quienes tienen esta actividad como ingreso primario, sino que además enciende una luz de alerta en el sector comercial.
Las bajas temperaturas provocaron pérdidas productivas y eso significa que hay una cantidad importante de alimentos que habitualmente llegan a nuestra que mesa que no formarán parte de la oferta habitual en esta época del año o en los próximos meses.
Melideo Alegre, productor frutillas en el establecimiento La Elisa, ubicado en Bella Vista, Corrientes, aseguró que aún los daños de las heladas de las últimas semanas no pueden cuantificarse y explicó que “eso lo vamos a saber en la primera quincena de agosto, cuando veamos los efectos de las temperaturas de -4 grados que sufrimos. Si bien no hay un daño en planta, sí lo hay en flores y frutos, por lo tanto vamos a ver frutas chicas, deformes, que no se llenarán bien”.
Y agregó: “El impacto se va a ver en la calidad, porque además se sufre en la zona una sequía que agravó los efectos de las bajas temperaturas. Creo que en el momento de cosecha va a haber muy poca fruta de calidad, que se va a buscar mucho y se va a pagar con un valor diferenciado”.
Mario Giroldi, productor de cítricos en la zona de San Pedro, en el norte bonaerense, contó a Ámbito que “las heladas comenzaron el primer fin de semana de julio y continuaron durante varios días, con casos en los que duraron mas de 12 horas. En la zona hubo muchas pérdidas en cítricos, pero fundamentalmente en la producción de naranja de ombligo, que es la de mayor superficie”.
Según detalló Giroldi, “la naranja se va a cosechar, el efecto de la helada la quema, la fruta se desprende (se corta la savia de la fruta) y ahora comienza un proceso de secado. Por ahora se sigue cosechando, pero se suspendió la exportación porque ya se llenaron los depósitos. Todos comenzaron a enviar naranjas a las industrias y los que no lo hicieron deberán resolver la comercialización en el mercado interno”.