Por: Nicolás Safrán – contador y director de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Posadas.
Una situación económica que se agrava cada vez más, con variables económicas cuyos índices empeoran a diario y la incertidumbre política en un contexto nacional cansado, son los tiempos por los que hemos atravesado los argentinos hasta hace unos meses. Todos pensamos que, al definirse los candidatos presidenciales y después de las PASO, la situación habría de dar tregua gracias a la previsibilidad futura e incluso a una definición más clara sobre quién nos gobernará después del 10 de diciembre.
Sin embargo, a la vista de la sociedad, esto no fue así. Las PASO mostraron el grado de hartazgo (comprensible) de una ciudadanía que ha sido principalmente castigada por la inflación, la devaluación del peso y la falta de previsibilidad temporal.
A lo largo del actual gobierno nacional, se han implementado políticas públicas para aliviar la situación económica de la sociedad, pero muchas de ellas no tuvieron el impacto positivo deseado, ni en términos económicos ni políticos. Podemos mencionar el PreViaje, que ya ha lanzado su quinta edición y subsidia a todos los argentinos que realizan turismo dentro del país, el ATP (Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) que brindó beneficios para que las empresas nacionales puedan pagar los salarios durante la pandemia del COVID-19, el programa de “Precio Justo” que busca garantizar la venta de algunos productos a un precio fijo o con una variación previsible, la actualización de los programas sociales y la reestructuración de la deuda en dos ocasiones sin que el país cayera en default. Todas estas medidas muestran el interés en recuperar el poder adquisitivo e ingresos de la sociedad.
Sin embargo, en un contexto de inflación, disminución del consumo a nivel nacional, micro-devaluación del tipo de cambio, falta de acceso al financiamiento para los consumidores, y falta de acceso al crédito para las empresas e industrias, la provincia ha logrado implementar programas de estímulo para los consumidores y el sector privado, lo que ha permitido mantener e incluso en algunos sectores aumentar el nivel de ventas y actividad.
Los programas AHORA son un motor fundamental para el crecimiento comercial que está experimentando la provincia, en particular la ciudad de Posadas, beneficiándose de devoluciones y descuentos que impactan directamente en el bolsillo de los misioneros.
Con un enfoque productivo sólido y la creación de las herramientas necesarias a nivel local para abordar los desafíos económicos nacionales, que sin duda afectan de lleno a la sociedad misionera, no se descuidan las gestiones realizadas constantemente por el ejecutivo provincial y el presidente de la Cámara de Representantes de la Provincia, el Ingeniero Rovira, ante el gobierno nacional para fortalecer el motor productivo de la provincia. Un ejemplo de ello es la lucha por la creación de una zona aduanera especial, el diferencial en el tipo de cambio para la exportación de yerba, tabaco, té y madera, la renovación mensual del programa ” AHORA + 41″, el acceso a las líneas de créditos con tasas subsidiadas por la nación y la provincia, el programa de apoyo técnico y financiero para proyectos productivos liderados por mujeres.
Todas estos programas de fomento y la producción, se ven reflejados en números, ya que:
• Expansión de la economía provincial: 125% (medido Abril 2022-Abril 2023). Destacar que comparando la inflación en el mismo periodo, otorga como resultado, un crecimiento real;
• Ventas por programas AHORA: 7.690 millones, 132% más que en el mismo periodo que 2022; Destacar que las familias misioneras puede ahorrar de manera mensual a través de los reintegros y descuentos de cada una de las líneas hasta los $61.000.
El próximo mes elegiremos entre dos modelos económicos a nivel nacional que, sin duda, afectarán de manera directa a la provincia. Por un lado, tenemos un plan económico que se basa en el “sálvese quien pueda” y que no tiene en cuenta las particularidades geográficas de nuestra región. Siguiendo esta lógica, la apertura sin control de importaciones, la libertad de mercado para establecer los precios de servicios básicos (agua, energía, transporte) que actualmente están regulados, y la competencia directa con los mercados paraguayos y brasileños, llevarían a una caída en las ventas de productos locales debido al aumento de productos extranjeros, lo que resultaría en una disminución de la producción y recortes de empleo. Además, la libertad de mercado para establecer precios de servicios básicos, sin regulaciones, generarían un incremento considerable en los precios del mismo, trasladándose a los precios y encareciendo aun mas los productos y servicios locales.
Por otro lado, un modelo económico que busca aumentar la producción nacional, teniendo en cuenta las condiciones climáticas y geográficas de cada región del país. Este modelo busca generar empleos de calidad y entiende que la disminución de la producción no es el camino hacia el crecimiento. La apertura de importaciones en nuestra región inundaría el mercado con productos de baja calidad a precios bajos, lo que afectaría el consumo local y por ende la producción. Además, la unificación del tipo de cambio llevaría a los misioneros a buscar productos en países vecinos, lo que resultaría en una caída considerable de la actividad económica.