Respecto de la balanza comercial, en 2016 se verificó un saldo positivo de u$s 65 millones, detalló al tiempo que añadió que en 2017, dicho balance se tornó negativo en u$s 847 millones mientras que en 2018 volvió a tener signo positivo, con un superávit de u$s 1.369 millones, y en el primer cuatrimestre de 2019 acumula un saldo positivo de u$s 3.147 millones.
El resto de los indicadores también revela los mismos vaivenes con casi idénticas caídas en las últimas mediciones. “En materia de desempleo, el primer relevamiento realizado por el INDEC tras su normalización correspondió al segundo trimestre de 2016 y arrojó un 9,3%. Un año más tarde, el indicador había descendido al 8,7%. Pero para el segundo trimestre de 2018 había trepado al 9,6%”, señaló Beker.
Con respecto a la pobreza, subrayó que “los datos del segundo trimestre de 2016 indicaban que había un 32,2% de personas viviendo bajo esa línea. En tanto, en el primer semestre de 2017, dicho guarismo descendió al 28,6%. Y un año más tarde se ubicó en el 27,3%, pero a fines de 2018 trepó al 32%”.
“La utilización de la capacidad instalada de la industria, finalmente, alcanzó al 62,7% en enero de 2016. Un año más tarde descendió al 60,6% y en enero de 2018 trepó al 61,6%. Pero en igual mes de 2019 se desplomaba al 56,2%”, concluyó el informe del CENE.
(Fuente: Ámbito)