La localidad de San Vicente sigue conmocionada por la muerte de Atriel, un bebé de 3 años que dejó de existir tras ser asesinado por su padrastro y su madre. Los primeros datos de la autopsia confirmaron que el pequeño falleció a causa de un fuerte traumatismo de cráneo, compatible con un impacto contra una superficie dura.
El informe también reveló que el cuerpo presentaba heridas recientes y cicatrizadas , confirmando que sufría violencia física de manera reiterada.
El niño había ingresado sin vida el pasado jueves por la mañana al hospital. Su madre, María Milagros A. de 21 años había confesado que “le pegó demasiado”. Fue inmediatamente detenida y poco después atraparon a René R., padrastro de la víctima.
En el domicilio donde residía la pareja asesina y el Atriel, peritos hallaron manchas de sangre y pruebas que indican un historial de violencia física sistemática contra el menor y sus dos hermanastros, de 5 y 8 años, quienes también habitaban en la casa.
Imputación por homicidio agravado
La fiscalía ha imputado a la madre, María Milagros A., por el delito de “homicidio agravado por el vínculo”, que acarrea una posible condena a prisión perpetua. Además, su pareja Darío René R. (36), padre de los otros dos niños, enfrenta los mismos cargos, además de acusaciones por lesiones agravadas contra sus hijos biológicos.
Ambos acusados se han negado a declarar y permanecerán bajo custodia mientras progresa la investigación para esclarecer los detalles espeluznantes de este caso de violencia infantil que ha estremecido a la comunidad.