jueves, marzo 13, 2025

Autos, servicios y más: empresas apuestan al boom de Brasil

Hay una lectura que vienen haciendo en el Gobierno y es que 2019, en términos económicos, se perfilaría bastante peor de no ser por el impulso que se espera de la renovada “locomotora” brasileña.

Más allá del perfil controvertido de Jair Bolsonaro, el presidente de la potencia regional encandiló al mercado y al fuerte conglomerado fabril de San Pablo.

Y los resultados de esta suerte de “reenamoramiento” del sector productivo y financiero para con el gobierno brasileño está viéndose plasmado en los primeros indicadores.

Por lo pronto, la industria en el país vecino acaba de culminar diciembre con el ritmo más acelerado en casi un año, en un contexto en el que la inflación se mantuvo controlada, por debajo del 5%.

Entre los consumidores, en tanto, reina el optimismo: las proyecciones positivas sobre el futuro de la economía se elevaron a niveles récord desde que Datafolha realiza la encuesta, con un 65% de los consultados previendo una mejora.

Y el Gobierno argentino también le ponen fichas al impacto que puede generar el “efecto Bolsonaro”.

“Con un Brasil traccionando a una velocidad del 2% o 3%, que es lo que estamos estimando, nos daría una recuperación importante de crecimiento en 2019”, planteó el ministro de Producción, Dante Sica, quien recordó que, por cada punto que crece el país vecino, “la Argentina lo hace en un cuarto de punto”.

Las perspectivas que trazan consultoras y economistas sobre el PBI doméstico no son tan alentadoras. Pero sí hay consenso acerca de que, gracias a la reactivación del mayor socio comercial, el escenario será “menos peor”.

“Por la demanda de productos argentinos, Brasil nos va a aportar un crecimiento de entre 0,50 y 0,75 puntos porcentuales”, plantea el experto en relaciones internacionales Marcelo Elizondo.

¿Será esto suficiente para empujar al PBI? Desde Ecolatina plantean que las exportaciones tendrán un muy buen desempeño este año. Pero, dado que el peso de las ventas al mundo en la economía agregada es de alrededor de un 20%, no será suficiente para evitar un retroceso de por lo menos 1% del nivel de actividad.

Sin embargo, en el Gobierno repiten el mismo “mantra”: sin Bolsonaro y el revival que promete en Brasil, las proyecciones serían mucho más flojas, especialmente para algunos sectores productivos.

En lo inmediato, por un cóctel que conjugará más exportaciones y menos importaciones, se espera que el déficit bilateral -que en 2018 sumó u$s3.900 millones, un 50% menos que en 2017- este año tienda a cero.

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