Una enfermera de la Unidad de Pronta Atención número 5 (UPA), en Longchamps, fue esposada por negarse a sacarle sangre a un preso. Fue a atender una urgencia.
Longchamps, provincia de Buenos Aires. Una enfermera de la Unidad de Pronta Atención número 5 (UPA), denunció que una oficial de la Policía la esposó por negarse a realizar una extracción de sangre a un preso. Argumentó que estaba en medio de una emergencia médica.
El incidente se produjo el domingo de la semana pasada y sus colegas filmaron con sus celulares el momento en el que la esposaban. Al mismo tiempo, se puede apreciar a la oficial de policía dialogando con la comisaría de la zona para informar de lo ocurrido. Cabe mencionar que el pedido de extracción de sangre había salido desde la fiscal a cargo de la causa.
Testigos informaron que la enfermera interrumpió la tarea luego de que llegara un nuevo paciente con un infarto: un “código rojo”. Acto seguido, la oficial de la fuerza le impidió continuar con su trabajo y le colocó las esposas. Fuentes cercanas al caso revelaron que eran las mismas que le habían sacado al detenido, identificado como Francisco Corvalán.
La Policía de Longchamps defendió el accionar del oficial y reveló que la enfermera la había recibido “de forma agresiva y se habría abalanzado sobre la efectiva”. En ese sentido, indicaron que la profesional de la salud se había negado a realizar los exámenes de sangre y orina solicitados por la fiscal justificando que la fuerza de seguridad no le había provisto el material necesario para las tareas.
“Me pusieron las mismas esposas del preso”, reveló Claudia. Al mismo tiempo, confesó que nunca había sido esposada antes y que este hecho le dejó lesiones en su cuerpo: terminó con las muñecas hinchadas y con hematomas, además de los vasos sanguíneos dilatados. Por eso, tuvo que ser atendida por sus compañeros.
