La organización ambiental Red Yaguareté compartió con entusiasmo un nuevo registro de Porá, una hembra de yaguareté ampliamente conocida por los investigadores del norte misionero, que en esta ocasión fue vista acompañada por otro ejemplar adulto, hasta ahora no identificado.
Las imágenes, captadas por una de las cámaras trampa instaladas en los senderos del Destacamento Uruzú, en el corazón del Parque Provincial Urugua-í, muestran a Porá caminando junto a un macho que encabeza la marcha. El hallazgo fue celebrado por la ONG, que destacó el valor del registro tanto por el reencuentro con la hembra como por la posibilidad de que se trate de una nueva pareja reproductiva.
“Esta vez, ella aparece acompañada de otro yaguareté al que no conocemos, el cual va delante de ella, en los mismísimos senderos del Destacamento Uruzú, en el corazón del Parque Provincial Urugua-í, el área protegida provincial de mayor importancia para la especie”, señaló la Red Yaguareté en su publicación.
Porá es uno de los individuos más monitoreados del norte provincial. Los registros de la organización dan cuenta de varios años de seguimiento, tanto dentro como fuera de las áreas protegidas, y en más de una ocasión fue vista con crías.
Los especialistas destacan que observar dos ejemplares juntos no es algo frecuente, debido al comportamiento solitario del yaguareté, el mayor felino del continente americano y especie en peligro crítico de extinción en la Argentina. Por ello, la aparición de Porá con un nuevo compañero es considerada una señal alentadora para la conservación.
El Parque Provincial Urugua-í, ubicado en el departamento General Manuel Belgrano, es una de las áreas más relevantes para la supervivencia del yaguareté en el país. Sus más de 80 mil hectáreas de selva paranaense conforman un corredor natural que conecta con el Parque Nacional Iguazú, permitiendo el desplazamiento y la reproducción de la especie.
Desde la Red Yaguareté destacaron que la presencia sostenida de estos grandes felinos es resultado del esfuerzo de conservación que realizan en conjunto las organizaciones ambientales, guardaparques, investigadores y comunidades locales.
“Nos llena de alegría poder ver dos ejemplares en un mismo registro, algo bastante poco frecuente”, celebraron.