Volver a la tevé es volver a cierto lenguaje del medio que es familiar. Es el momento en que la familia se puede reunir a la noche y reírse y que cada uno siga la historia que más le interese”, revela a propósito de Cien días para enamorarse, propuesta que promedia los 17 puntos de rating. “Con esta historia se pueden sentir reflejados desde un chico hasta alguien más grande. Está bueno que no sea apagar la tele y cambiar de tema, sino que sea un punto de encuentro para todos, pero de verdad. Sin esquivar tampoco los problemas reales ni las dificultades que uno tiene. Me parece que estaba bueno contarlo desde el humor, desde lo real, desde la relación”, sostiene de entrada quién desde la experiencia de Guapas en 2014 estuvo ausente de la trama de la pantalla chica.
“Tenía ganas de realizar una comedia y que sea para todas las edades. También influyeron las personas que iban a trabajar conmigo, son actores que a mí me gusta ver. Todo eso hizo que sea una buena idea para regresar a la tele. Todo el elenco se está divirtiendo mucho con este trabajo y eso creo que se nota. Esas cosas traspasan la pantalla”, dice entusiasmada.
En 100 días para enamorarse, Carla no sólo comparte escena con “viejos conocidos” como Luciano Castro y Juan Minujín sino que además se reencuentra con Nancy Dupláa, compinche de Montaña Rusa. “El productor (Pablo Culell) siempre soñaba con que volvamos a trabajar juntas. A Nancy hacía muchísimo que no la veía. Tenemos amigos en común pero ahora uno ya no tiene tanto tiempo; tiene familia. Fue algo muy lindo saber que íbamos a trabajar juntas, la pasamos muy bien”, garantiza con gracia natural. “Pasaron más de 20 años y también está bueno que sea en este momento donde las dos crecimos mucho y disfrutamos de otra manera también porque cuando nos conocimos éramos muy chicas, era nuestro primer trabajo”, confiesa.