El exdiputado puertista Germán Kiczka y su hermano Sebastián están acusados por tenencia y distribución de MASI. Ambos están en el banquillo de acusados del Palacio de Justicia. En el primer tramo de la audiencia escucharon los cargos por lo que se los acusa y ahora el fiscal Martín Rau presenta sus argumentos para juzgarlos.
La fiscal Silvia Barronis, del Juzgado de Instrucción N° 4 de Apóstoles, expuso durante más de dos horas la solicitud de elevación a juicio, en la que describió en detalle la cantidad y el contenido del material incautado en los dispositivos de los acusados.
Según el expediente, se estableció que Germán Kiczka poseía y compartía 913 archivos digitales, entre fotos y videos, clasificados como material MASI en dos computadoras portátiles. El análisis forense indicó que en los dispositivos estaba instalado el programa eMule, utilizado para el intercambio de archivos P2P. En una carpeta identificada como “Incoming” se encontraron imágenes y videos de contenido ilegal, con material sensible que involucraba a menores de 13 años.
El expediente también señala que Germán Kiczka realizaba búsquedas de contenido ilegal y que los archivos hallados presentaban parámetros que indicaban su posible distribución. Aunque el exdiputado negó haber compartido intencionalmente el material, el análisis del Laboratorio de Telefonía de la SAIC contradijo sus declaraciones.
Primera audiencia
El juicio contra el ex diputado provincial Germán Kiczka y su hermano Sebastián, acusados por tenencia y distribución de Material de Abuso Sexual Infantil (MASI), arrancó. esta mañana en Misiones.
El juicio empezó en el Palacio de Justicia de la provincia a las 8:30, frente a los jueces Gustavo Arnaldo Bernie, Viviana Gladis Cukla y César Antonio Yaya.
La acusación al ex diputado provincial y su hermano es por “tenencia, facilitación y distribución de MASI, agravado por ser las víctimas menores de 13 años y abuso sexual sin acceso carnal en concurso real”.
Se trata de un expediente que posee 603 videos digitales, con contenido de menores de edad y niños en situaciones de abuso sexual, violación y ultraje.
Se espera que se realice un veredicto condenatorio, con una pena que rondaría los 15 años de prisión efectiva para ambos hermanos.