Hoy comienza una de las estaciones más esperadas del año… ¡el verano! Llega el momento de empezar a planificar tus próximas vacaciones y disfrutar del ascenso de las temperaturas.
El verano es la estación caracterizada por la mayor intensidad del calor y del sol (dado que la región del planeta recibe los rayos solares directamente), por lo que también se producen las sequías. No es infrecuente, sin embargo, que haya tormentas de verano, especialmente en las regiones húmedas del planeta.
Por otro lado, los días en verano se hacen más largos, con mayor duración e intensidad lumínica, a diferencia de lo que ocurre en invierno. Las noches, por ende, se vuelven más cortas y amanece más temprano.
El solsticio de verano es el día más largo del año y marca el inicio oficial del verano. Ocurre durante el verano en cada hemisferio, por lo que se presenta dos veces al año. Son los momentos en que la trayectoria del Sol se encuentra más al norte en el hemisferio norte (20 o 21 de junio) o más al sur en el hemisferio sur (21 o 22 de diciembre). Las mismas fechas en el hemisferio opuesto se conocen como el solsticio de invierno.
El solsticio resulta de la inclinación del eje norte-sur de la tierra 23,4 grados hacia el Sol; es decir, ocurre cuando uno de los polos de la Tierra tiene su máxima inclinación hacia el Sol. Esta inclinación, provoca que cantidades diferentes de luz solar llegue a diversas partes del planeta.
Lo anterior no quiere decir que en esta fecha, el planeta Tierra está más cerca del Sol como algunas personas creen. Más bien, durante el verano del hemisferio norte, el Sol se encuentra a mayor distancia.
Para el 88 por ciento de las personas que viven en el hemisferio norte, en el solsticio de junio el día es más largo pero la noche es más corta. Esto ocurre porque el Sol recorre el camino más largo y alcanza su posición más alta en el cielo; por lo tanto, el día dura más. En términos más prácticos, el Polo Norte se encuentra más inclinado hacia el Sol que durante cualquier otro día del año. Mientras tanto, en el hemisferio sur ocurre lo opuesto; esto es, el denominado solsticio de invierno, donde se presenta el día más corto del año.
La palabra solsticio proviene del latín sol (Sol) y sistere, que significa “permanecer quieto”, lo que al combinarse se entiende como “parada solar”.