Un adolescente de 14 años que se encontraba desaparecido desde el jueves fue encontrado asesinado este domingo en una casa abandonada en la localidad cordobesa de Laboulaye. Los investigadores creen que el asesino podría ser un menor de edad, amigo de la víctima.
La víctima, Joaquín Sperani, fue hallada sin vida en una vivienda ubicada en la calle Sarmiento 480, a 100 metros de la escuela a la que asistía. La principal hipótesis hasta el momento es que sería un homicidio en el cual su autor sería un menor de edad.
Las sospechas comenzaron el jueves 29 cerca de las 16 horas cuando Joaquín faltó al colegio Ipem Nº 278 “Malvinas Argentinas”, donde cursaba el secundario. La preceptora de la institución confirmó que ese día no estaba en el aula cuando tomó lista, a pesar de que su bicicleta fue encontrada en el patio de la escuela.
La última vez que lo vieron fue ese jueves a las 15 horas, con el uniforme del colegio. Para esclarecer el caso, los investigadores consultaron a sus compañeros de curso pero tampoco pudieron dar certezas respecto a si lo habían visto o no ese día.
Frente a la falta de información, la madre del adolescente, Mariela Flores, realizó una denuncia por su desaparición el jueves por la noche.
Familiares, amigos y vecinos del joven llevaron a cabo una marcha el sábado hacia la Jefatura de la Unidad Regional Departamental. El director de la Policía local, Enrique Carreras, dialogó con los presentes para esclarecer lo que se sabía hasta el momento.
Horas después, se llevaron a cabo una serie de rastrillajes de los que participaron cuadrillas de personal policial junto a canes y alrededor de 90 efectivos, entre ellos, bomberos, agentes del Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR) y vecinos autoconvocados.
Horas más tarde, el cuerpo de Joaquín fue encontrado sin signos vitales en una casa abandonada ubicada a 100 metros de la escuela.
Según informó el vocero policial, hasta ahora hay un solo detenido: “Por lo que hemos investigado, creemos que sería la única persona que estaría involucrada”. Según especificó, se trataría de un menor que tenía en su poder el teléfono de Joaquín, y quien pertenecía a su entorno.
“Estuvimos trabajando con él desde el primer momento y, tras la aparición del fallecido, está demorado a disposición del juzgado de menores”, aclaró Carreras.