Mientras la curva decontagios de Covid-19 sigue en baja en esta provincia, este fin de semana abrieron las playas de Rosario con círculos en la arena, barbijo en las zonas comunes, distancia social y un clima que acompañó.
En el caso de la tradicional playa municipal La Florida, se puede disfrutar en el 30% de la capacidad habitual del sol, el agua y la arena, de 9 a 20. El intendente local Pablo Javkin contó que se colocaron 1000 círculos de PVC en la arena para generar una burbuja sanitaria: algunos son para dos personas y otros, para cuatro.
Según el decreto provincial 1445, las playas se habilitan durante este fin de semana largo como prueba piloto y las autoridades evaluarán los resultados. “Está saliendo perfecto. Hoy [por ayer], disfrutaron de la playa unas 3000 personas a lo largo del día. En general, la playa tiene capacidad para unas 5000, pero con la bajante del río se volvió una playa aún más grande”, indicó el intendente. Pasar el sábado o el domingo en La Florida cuesta $150 pesos por persona, pero durante la semana hay promociones: cuatro días por $400 pesos, o bien entran cuatro y pagan tres, o entran tres y pagan dos.
Para la prueba de este fin de semana, se habilitaron también las playas de los clubes locales bajo la misma modalidad. En todos los casos, hay protocolos específicos para los sectores gastronómicos y espacios de uso común. Están permitidos los baños, pero no los vestuarios.
A Karina Mendizábal, de 19 años, le daba un poco de miedo estar en la playa: “No sabía si todos nos íbamos a cuidar, pero la experiencia fue buena”. Ahora, más tranquila, la empleada bancaria irá por más. “Aprovechando el feriado, voy a volver, con muchos cuidados: el alcohol permanentemente en la cartera, el barbijo y respetando la distancia de los dos metros. En la arena está todo señalizado”, agregó.
“Decidimos tomar esta medida para ampliar la oferta de espacios para disfrutar de este lindo fin de semana largo. Hace 15 días habíamos tenido una gran aglomeración en la Rambla Catalunya, que es una playa pública que nunca cerró y que, además, es hoy por hoy el único punto de partida para embarcarse hacia las playas de las islas”, contó Javkin. Allí, se puso en marcha un celoso operativo de control, al igual que en el muelle desde donde salen las lanchas.
“Si los resultados son buenos, la medida se extenderá al resto de los fines de semana de verano”, indicó Javkin.
Fuente: La Nación