Guillermo Lasso decretó la disolución de la Asamblea Nacional “por grave crisis política y conmoción interna”, en medio de la crisis social y política que sacude al país; gobernará por decreto mientras las autoridades electorales fijan fecha para las elecciones.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció hoy la disolución de la Asamblea Nacional -dominada por la oposición- “por grave crisis política y conmoción interna” y solicitó la convocatoria a elecciones. La medida tiene lugar en medio de una fuerte crisis social que converge con el juicio político en su contra por supuestos actos de corrupción.
“Ecuatorianas y ecuatorianos: esta es la mejor decisión para darle una salida constitucional a la crisis política y conmoción interna que soporta el Ecuador y devolver al pueblo ecuatoriano el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones”, expresó el mandatario.
Esta decisión se conoce como “muerte cruzada”, ya que le retira sus atribuciones a la Asamblea, pero también obliga al presidente a convocar en seis meses a elecciones legislativas y presidenciales.
El mandatario tomó esta decisión en medio de un escenario incierto. La semana pasada, con 88 votos a favor, la heterogénea Asamblea Nacional dio luz verde al proceso de juicio político contra el presidente, acusado de malversación de fondos, por, supuestamente, estar al tanto de los actos de funcionarios que habrían otorgado de forma fraudulenta varios contratos de transporte de petróleo. Con sólo cuatro votos más, se habría concretado su destitución.
Es la primera vez que se aplica esta medida, desde su introducción en la Constitución, en 2008.
Las autoridades electorales tienen ahora siete días para fijar la fecha de las elecciones. Mientras tanto, y por los próximos seis meses, Lasso gobernará por decreto.