jueves, marzo 28, 2024

Cuáles fueron las peores contraseñas que se usaron en 2019

Una compañía de ciberseguridad analizó más de cinco millones de claves que han sido filtradas este año.

En el panorama digital, uno de los elementos más importantes, pero el cual no se suele recibir la relevancia debida son las contraseñas. Y es que los fallos de seguridad, las filtraciones de datos o los riesgos en relación a la privacidad de los usuarios no son un tema menor.

Como parte de este esfuerzo por intentar mejorar los procesos de seguridad dentro de las plataformas digitales que la gente usa a diario, la firma especializada en ciberseguridad SplashData publicó su novena lista anual con las peores contraseñas que fueron usadas a lo largo de 2019.

Para realizar este informe, la compañía se volcó a analizar y evaluar más de cinco millones de claves que han sido filtradas en este año con el fin de saber cuáles son aquellas que corren más riesgo de caer en manos de los delincuentes informáticos. En el informe también se mencionan otros datos interesantes que arrojan luz sobre las dinámicas de las personas dentro del entorno digital.

Una de las revelaciones más importantes que se halló a partir de este reporte es que las personas, bajo la idea de proteger sus equipos o datos, siguen utilizando contraseñas comunes y fáciles de adivinar, incluidas aquellas que ya se habían mencionado en los informes de otros años como claves particularmente susceptibles a los ataques informáticos.

Por ejemplo, el número que más veces se ha utilizado como un candado en los dispositivos digitales es “123456”. Sobre éste se pueden mencionar varias cosas, pero la más importante es que ha ocupado la primera posición de este conteo desde hace varios años. Después, en el segundo lugar, se encuentra una combinación numérica que las personas llegan a considerar compleja por la cantidad de caracteres que tiene: “123456789”.

En la tercera posición se encuentra una palabra que subió tres lugares respecto al conteo del año pasado: “qwerty”. Este caso es un mal ejemplo de una contraseña, pues, igual que en los casos anteriores, se trata de un elemento formado por caracteres que se encuentran seguidos en los teclados de las computadoras.

Después, en el cuarto lugar, se halla una palabra que ha estado dentro de los primeros cinco lugares de las peores contraseñas desde hace mucho tiempo. Se trata de “contraseña” y en la siguiente posición se encuentra otra contraseña numérica: “1234567”. Algunos otros ejemplos que se pudieron hallar en este listado son “iloveyou”, “123123”, “abc123”, “admin” o incluso “password1”.

El objetivo de publicar este listado año a año es que las personas se convezcan de tomar medidas para protegerse en los espacios digitales. De acuerdo con Morgan Slain, CEO de SplashData: “Podemos decir que a lo largo de los años, la gente ha comenzado a usar contraseñas más complejas, aunque todavía no van lo suficientemente lejos, ya que los hackers pueden descubrir patrones alfanuméricos simples”.

Si bien existe un dilema entre las contraseñas simples, que se pueden hackear fácilmente, y las complejas, las cuales son difíciles de recordar, algunos elementos que siempre deben contener para ser consideradas confiables, según empresas especializadas, son una longitud considerable, caracteres especiales, números, así como letras en mayúscula y en minúscula.

Otra forma de proteger la información es a partir del doble factor de autentificación, la cual es una opción que actualmente está disponible en casi todas las aplicaciones y plataformas más populares. Su funcionamiento se basa en que, para ingresar a la cuenta, el usuario no sólo requerirá de una contraseña, sino también de un código de seguridad que recibe a través de otra app o por medio de un mensaje de texto.

Fuente: Infobae

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