domingo, septiembre 7, 2025

Data Urbana: el Puerto de Posadas sigue escribiendo el futuro de la ciudad

Sus muelles fueron testigos del ir y venir de mensúes, viajeros e hidroaviones. Aunque el progreso terrestre lo silenció, su historia persiste y renace en su nueva sede de Nemesio Parma.

En septiembre de 1908 fue sancionada la Ley N.° 5.970, que concedió —por un plazo de 50 años a partir de su promulgación— la explotación de un puerto comercial para buques de cabotaje y ultramar. Este se ubicaría en terrenos de la ribera sobre la costa del Alto Paraná (km 1583), frente a la ciudad de Posadas, a favor de Carlos Calastremé.

Una vez sancionada la ley, Calastremé transfirió sus derechos a Juan Jonghy, quien tampoco inició las obras de construcción y posteriormente traspasó —o vendió— sus derechos a “Aleu y Dupont”. Esta firma finalmente concretó la apertura del puerto. Debido a su limitada infraestructura, solo permitía el amarre de lanchas de pasajeros que unían Posadas con la vecina ciudad de Encarnación (Paraguay). Su construcción implicó la destrucción de parte del Cerro Pelón, y con la piedra extraída se rellenó la costa para ganarle terreno al río.

Las obras comenzaron el 7 de abril de 1912 en la costa del Paraná —donde hoy se encuentra la rotonda del Papa— y la infraestructura se inauguró en 1914. Constaba de dos muelles (uno alto y otro bajo), construidos principalmente en hormigón armado, con defensas verticales de madera cada cinco metros. El borde superior estaba protegido en toda su extensión por un elemento del mismo material.

En 1937, el puerto pasó a manos del Estado nacional. Tuvo una intensa actividad en sus inicios, aunque esta se vio empañada por el flagelo del trabajo esclavo, representado por la figura del mensú. La década de 1940 marcó el auge de la navegación fluvial, con un continuo tráfico de personas y mercaderías. Hacia 1946 se habilitó el hidropuerto, que permitía el arribo y despegue de hidroaviones con destino a Buenos Aires. Sin embargo, la decadencia comenzó cuando la vía fluvial fue sustituida por la terrestre.

En la década de 1970, se puso en funcionamiento un servicio de balsa para automóviles que cruzaban el río hacia Encarnación. En 1980, la privatización de la Flota Fluvial del Estado aceleró la desaparición de la actividad portuaria.

La competencia del transporte terrestre (camiones y ómnibus) y, posteriormente, la habilitación del puente San Roque González de Santa Cruz -que une Posadas con Encarnación- redujeron al mínimo la navegación fluvial, haciendo desaparecer por completo la actividad portuaria en el lugar.

En la actualidad, la zona luce completamente distinta debido a las obras de tratamiento costero realizadas por la entidad binacional Yacyretá. Donde se erguía el último edificio del puerto (en funcionamiento desde 1930), hoy se extiende una gran plaza llamada “Papa Juan Pablo II”, que cuenta con un géiser de varios metros de altura alimentado con agua del río.

El nuevo puerto de Posadas se ha emplazado en la zona de Nemesio Parma, a unos 10 km de la capital provincial, en la confluencia del arroyo Apepú y el río Paraná, aguas abajo de Posadas. Su acceso terrestre se realiza mediante la Ruta Nacional 12 para el tránsito pesado, y el acceso fluvial es a través del Paraná de las Palmas, cruzando las esclusas de Yacyretá.

Reubicación: El 18 de febrero de 2023, el Puerto de Posadas volvió a estar operativo en su nueva ubicación de Nemesio Parma. Se encuentra estratégicamente posicionado y equipado para funcionar como una zona logística clave para el comercio fluvial y regional.

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