“Si no me veo en muy buena forma durante la mañana, quizá me vea obligado a tomar una decisión inteligente para mi rodilla, porque mi temporada acaba de empezar. Mi decisión la iré valorando hora a hora”. Pese a las dudas previas, Juan Martín Del Potro se presentó a jugar los cuartos de final del ATP 250 de Delray Beach. Con un vendaje en su rodilla derecha y dificultades a la hora de moverse en varios tramos de partido, el tandilense cayó 4-6, 6-3 y 6-7 (5) con el estadounidense Mackenzie McDonald (84º del ranking ATP) y se despidió en cuartos de final. Poco después de la derrota, el tandilense anunció que no jugará el ATP 500 de Acapulco.
Al tandilense, que regresó al circuito esta semana después de 131 días de inactividad por una fractura de rótula sufrida en el Masters 1000 de Shanghai, no le alcanzó pese al enorme esfuerzo físico.
La agenda de Juan Martín marcaba quela semana próxima debía jugar en Acapulco, donde ponía en juego los 500 puntos que sumó un año atrás, cuando fue campeón. Sin embargo, se bajó. “No voy a ir porque también dependía mucho de cómo iba a estar acá. A medida que iba avanzando menos chances tenía de ir a Acapulco y creo que es un poco lógico”, anunció.
Y agregó: “Tengo que tener precaución y escuchar un poco los mensajes que me manda mi cuerpo. Me da mucha pena no poder ir a Acapulco pero mucha más pena me da el nivel que tengo. Lo quiero recuperar cuanto antes”.
A principios de marzo tendrá una dura prueba en Indian Wells. Allí ganó en 2018 el primer Masters 1000 de su carrera y sumó otros 1.000 puntos que tendría que defender.