En el inicio de las extraordinarias, el oficialismo alcanzó dictamen para la reforma electoral. Hubo negociaciones de último momento y acusaciones de apriete.
La reforma electoral diseñada por Casa Rosada fue el primer tema de la agenda de Diputados, que retomó la actividad en sesiones extraordinarias con el debate de la eliminación de las elecciones primarias. El Gobierno confió en el acompañamiento de mandatarios provinciales y los encontró, pasadas las tres horas de debate, entre dialoguistas y peronistas.
La primera convocatoria del ciclo legislativo 2025 fue en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto y Hacienda, que discutió la “Ley de Reforma para el Fortalecimiento Electoral”, que además de la derogación de las PASO pretende limitar la gratuidad de la propaganda proselitista, incrementa exponencialmente el aporte que pueden realizar los privados (de un límite del 2% del total de fondos electorales, pasa al 35%) y dificulta las condiciones para convertirse en un partido nacional.
En estas últimas reformas, el oficialismo no tendría el respaldo de sus principales aliados (PRO, MID), que sí avalaron la suspensión de las PASO, lo que afectaría exclusivamente al calendario electoral 2025. El radicalismo tuvo posturas divididas: Democracia para Siempre no presentó dictamen y la UCR no apoyó en su totalidad. Ámbito pudo saber que la Gobernación cordobesa sumó su apoyo a la intención libertaria, a través de sus representantes en la bancada de Encuentro Federal.
Esa actitud tuvo cuatro réplicas entre los diputados peronistas de Santiago del Estero y Catamarca (Herreras, Daives, Ginocchio y Nóblega), que firmaron un dictamen de minoría que posibilitó que avance el proyecto de Casa Rosada.
El oficialismo necesitaba 58 firmas en el debate para hacer caminar su propuesta: consiguió 53 a favor junto a 3 en disidencia (Nieri, Sánchez, Soledad Carrizo), mientras que hubo otro dictamen con 5 firmas (de los provincialistas peronistas) que garantizó el número mínimo que se precisa en una comisión para elevar un proyecto a la sesión. Esta ocurrirá el próximo jueves e incluirá reformas de seguridad y justicia: reiterancia y juicio en ausencia.
Durante el debate, el diputado peronista Germán Martínez apuntó que La Libertad Avanza estaba dilatando la discusión porque “están haciendo un apriete infernal sobre distintos diputados y diputadas para juntar las firmas que necesitan”. Diputados libertarios negaron la acusación pero se reservaron el uso de la palabra e, inéditamente desde su bautismo parlamentario, tuvieron seis oradores consecutivos pasadas las tres horas de debate.
La captura de los votos desde las gobernaciones se cerraron quirúrgicamente. Primero se anunciaron desde Córdoba, mientras que los peronistas se acordaron en una reunión que tuvo en simultáneo el Ministerio de Economía y la Jefatura de Gabinete con mandatarios o representantes de Catamarca, Salta, Jujuy, Misiones y Tucumán. Desde el radicalismo mendocino y cordobés hubo llamados de último momento a sus referentes legislativos, que sumaron su rúbrica cuando los votos ya estaban garantizados.