viernes, mayo 3, 2024

Editorial: cosechando lo sembrado

La Renovación encuentra en su modelo misionerista de desarrollo un escudo eficiente para lo que se presenta en el país. Y sin dejar de sufrir los coletazos de las disputas políticas nacionales y de la inflación, sigue invirtiendo en el crecimiento de la tierra colorada y de su gente, con incentivo al consumo, un comercio en auge, obras estratégicas y una producción acompañada hasta en el interior más profundo.

No fue casualidad que el resultado de las PASO haya vuelto a poner a la Renovación como la opción preferida de los misioneros para tener representantes en el Congreso de la Nación, con casi 50 puntos de los votos positivos, que son los que se utilizan para repartir cargos mediante el sistema D’hont. Fue en coherencia con el resultado de mayo.

Editorial: cosechando lo sembrado

Si para presidente, los números de las Primarias identifican a un gran ganador, que fue Javier Milei, en esa sintonía sería justo decir que el gran perdedor fue Juntos por el Cambio. Hasta el creador de ese espacio, Mauricio Macri, se alejó después de la derrota y las permanentes peleas internas que dejaron a la candidata Patricia Bullrich en tercer lugar y a Rodríguez Larreta en cuarto. El Liberal desplazó a Juntos de la preferencia enviando un mensaje claro: la gente ya no les cree la mentira porque “no están juntos y no son el cambio”.

Ante escenario, de cara a octubre la Renovación misionera se fortalece registrando el regreso a los orígenes de muchos candidatos y agrupaciones que estuvieron trabajando para los liberales, buscando el objetivo de alcanzar tres diputados nacionales y dos senadores de las siete bancas que se renuevan. Con el Congreso que se viene, que se anticipa fragmentado y muy discutido, los diputados y senadores nacionales serán la llave para conseguir beneficios para Misiones.

Sectores numerosos que trabajaron por la candidatura de Milei ahora anunciaron que lo harán por los legisladores del Frente Renovador. El liberal llegó a su techo. El cambio en el país ya está en marcha y ahora la meta es conservar -apuntan desde el oficialismo- la gobernabilidad para la gestión que encabezará Hugo Passalacqua.

Los primeros sondeos de opinión pública después de las PASO ya registran un evidente corrimiento de la intención de voto, sobre todo de los liberales que para legisladores votaron en blanco. En octubre crecería con fuerza el voto positivo a diputados y senadores.

También hay muchos votantes independientes que en las PASO optaron por definir la interna de Juntos que estaba muy polarizada, pero en las generales volcarán su voto en favor de la Renovación, como lo habían hecho en mayo.

Hacia octubre

A futuro, a nivel nacional, la gente empieza a reflexionar y reconsiderar su votación. Las experiencias anteriores demuestran que los electores usan las PASO para expresar su bronca y disconformidad con el gobierno, pero en las generales modifican su pensamiento y votan a la opción que será más útil para resolver los problemas que se vienen en el futuro. En ese marco, Sergio Massa, que salió como el segundo más votado en la tierra colorada, recobra impulso por haber tenido el valor de agarrar la “brasa caliente” de la economía en un momento donde no había rumbo.

El otro sector, además de Juntos, que termina totalmente destrozado, es el radicalismo, que no tendrá candidatos a la presidencia ni tampoco a legisladores nacionales por Misiones. Los análisis demuestran que nunca tuvo los votos que prometió tener, ni para aportarle a Rodríguez Larreta ni tampoco a Pianesi en las elecciones locales. Es la peor elección histórica del radicalismo en muchos años, tanto nacional como en Misiones. Y se completa la lista de perdedores con Pedro Puerta, que tampoco aportó los votos que prometió y acumula derrota tras derrota en todos los espacios que participa.

Además, se interpreta que la suma de votos de Cambiemos es falsa. No se van a unir todos los votos de las PASO porque muchos de Larreta no van a apoyar a Bullrich. Esos no son votos propios. Hay mucha gente que se inclinó para definir la interna, pero ahora está pensando su voto. Esto causaría una disminución en octubre.

Algunos analistas pronostican la desaparición de Juntos por el Cambio en caso de que Milei y Sergio Massa lleguen a un ballotage. El radicalismo, totalmente desmembrado y sin votos, no tiene poder de negociar nada. En Misiones recibió una paliza en mayo y otra en agosto. Mientras que el PRO sigue insertado en una interna sangrienta donde hasta Macri está huyendo y, muy oportunista, tratando de recaer en el liberalismo.

El sector de Schiaretti y los sectores de izquierda que se quedaron afuera de octubre ya anunciaron que no apoyarán a Bullrich ni Milei, con lo cual se entiende que “la Piba” es la que va de punto para octubre y nadie quiere quedar cerca del derrotado.

Señales de una economía sana

Las estadísticas laborales y los indicadores socio económicos marcan que sigue creciendo con fuerza el empleo, principalmente en la población joven, en Posadas y las ciudades más grandes de la provincia, impulsado por el auge del comercio y del turismo que se vive en el último año.

Editorial: cosechando lo sembrado

Restaurantes, hoteles y comercios de todo tipo han generado una escalada de los puestos laborales para atender la incesante demanda de visitantes que hacen turismo y tour de compras, provenientes de Brasil, Paraguay, de otros países y de otras provincias argentinas.

Es que la devaluación hace que Misiones se encuentre barata para los países vecinos que se sienten cada vez más atraídos por las ventajas cambiarias generando una succión de divisas que ingresan a la economía local y generan un derrame hacia todos los rubros.

Los visitantes no dejan de destacar permanentemente la jerarquía que han adquirido en los últimos años las ciudades de Posadas y Puerto Iguazú, por la mejora en las obras y los servicios.

Por su característica de frontera y la llegada masiva de visitantes, Misiones termina siendo la única provincia del país que aprovecha y saca grandes ventajas de la devaluación que se viene aplicando. De hecho, la crisis que se desató en el resto del país por la depreciación del peso esta semana en Misiones prácticamente no se sintió. La actividad económica siguió su curso normal.

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