jueves, abril 25, 2024

Efecto coronavirus: los problemas de comunicación que trae el uso de barbijos

Con el avance del coronavirus, durante los últimos días las descargas de la app se multiplicaron. “En 48 horas hubo 5.000 y siguen en aumento. Ahora, con el diario del lunes, parece obvio por qué”, dijo Mateo Salvatto, fundador y director de Háblalo, la aplicación gratuita ideada para personas con dificultades para comunicarse, diseñada especialmente para usuarios sordos, hipoacúsicos y pacientes con diagnósticos relacionados a la esclerosis o el autismo.

 

En diálogo con Ámbito, Salvatto describió el “boom de apps” que se produjo desde que se multiplicaron los contagios de COVID-19 y se decretaron cuarentenas obligatorias en distintas partes del mundo, porque “la gente está buscando cosas para hacer, lo que provoca un interés mayor por todas las aplicaciones, pero sobre todo las relacionadas al coronavirus, a la que asisten a personas con discapacidad y a la salud en general. La actividad en las tiendas de apps fue altísima en los últimos tiempos”.

 

Pero no llegaba a darse cuenta por qué Háblalo, con 60.000 usuarios únicos y más de 150.000 descargas en todo el mundo, con su mayor comunidad en la Argentina pero presente en destinos lejanos como Corea, Australia o Bangladesh, estaba creciendo tanto.

 

Se trataba de un simple cambio de hábito impulsado por el temor a la propagación de la enfermedad, quizás pequeño para algunos, pero determinante: “Lo que descubrimos es que las personas sordas que dependen de la lectura de los labios, cuando quieren ir a comprar algo y el almacenero está usando un barbijo no lo pueden entender”.

 

Una app en el lugar oportuno en el momento preciso: funciona sin conexión a internet, el usuario escribe lo que quiere decir y el teléfono lo repite en voz alta. A la vez, cuando le responden, la app subtitula lo que transmite la voz.

 

“En realidad no lo descubrimos nosotros”, aclaró, “nos llegaron mensajes de los usuarios, contando cómo les había servido y cómo los ayuda en este momento complicado. Una vez más, ellos nos mostraron funcionalidades que ni habíamos pensado”.

 

“Eso es lo más lindo del proyecto: los que lo programamos y lo llevamos adelante no tenemos sordera ni parálisis cerebral, entonces tenemos una mesa de asesores con esas discapacidades a los que les mostramos las etapas preliminares y nos van sugiriendo qué tenemos que modificar. Y después nos basamos en un montón de reportes de usuarios con recomendaciones para mejorar, es un proyecto muy colaborativo”, agregó.

 

Autodiagnóstico y cuarentena

Como buen emprendedor, Salvatto contó que, con el coronavirus, en Asteroid Technologies “se nos despertaron un montón de ideas y las estuvimos hablando, pero aún no quisimos desarrollar un producto propio porque notamos ese boom de start ups y compañías grandes que se pusieron a desarrollar tecnología con ese fin”.

 

“Lo que decidimos como empresa es ponernos a disposición de las comunidad de desarrollo para sumar horas en esas iniciativas, no queremos iniciar algo que ya está en marcha porque duplicaríamos esfuerzos en algo que ya va a lanzar otra compañía. Salvo que encontremos una solución superadora para el COVID-19, en esta situación no buscamos competir, sino construir”, afirmó.

 

Por eso, además de su iniciativa privada, se muestra dispuesto a colaborar con el Estado si fuera necesario encontrar nuevas herramientas tecnológicas que ayudaran en la lucha contra la pandemia. En su opinión, hay dos temas clave en los que deberían enfocarse las aplicaciones, aunque aclaró que “hablo como emprendedor, no soy experto en pandemias ni nada parecido”.

 

“El primer tema es trabajar en un buen sistema de autodiagnóstico. Existe una gran preocupación en las personas por saber si tienen coronavirus y lo que pasa en muchos países es que mucha gente va al hospital con un simple resfrío, pero en el proceso en el que fue y volvió a su casa se infectó y al volver contagia a los demás. Hay que poner foco en saber quién está infectado o quién estuvo en contacto con una persona de riesgo y dónde está”, explicó.

 

Allí aparece el segundo tema principal: controlar que la población respete la cuarentena para evitar la propagación. “Es un tema complejo, porque en una sociedad democrática es complicado pedirle a una persona que reporte su ubicación en tiempo real para constatar que está en su domicilio”, admitió.

 

Desde el punto de vista tecnológico, el dilema está resuelto. “Sería sencillo de hacer. Por ejemplo, con una app en la que todos debamos subir nuestros datos y que contraste la ubicación de nuestro teléfono celular con el domicilio que figura en el DNI. En China y Corea hicieron algo así, pero hay que tener en cuenta que son sociedades distintas, no sé si en Argentina lo aceptaríamos. El tema es sensible, porque además habría que asegurarse, una vez terminada la pandemia, que toda la información y los datos de los usuarios que se dan de baja sea borrada y no siga estando disponible”.

 

“Estos son los temas que elegiría a nivel emprendedor”, remarcó, pero llamó a acrecentar los esfuerzos y las inversiones científicas en “dos áreas que deben ser preponderantes en estos momentos: la biotecnología y el desarrollo de vacunas”.

 

Fuente: Ámbito

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