Febrero tiene 29 días en los años bisiestos; todo tiene que ver con el ‘Año de la confusión’, hace más de 2000 años.
Los años bisiestos son aquellos que tienen 366 días en lugar de 365. Ese día extra, ocurre cada 4 años y se ve reflejado en el calendario de febrero, que normalmente tiene 28 días. Durante los años bisiestos, febrero tiene 29 días.
El fenómeno tiene la siguiente explicación: de acuerdo con la Asociación Salvadoreña de Astronomía, ocurre porque el tiempo que tarda la Tierra en completar una vuelta alrededor del Sol, es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45.5 segundos.
Sin embargo, la estructura del calendario que usamos en la actualidad consta de 365 días. Por ello, hay que hacer algo con para alcanzar esas 5 horas, 48 minutos y 45.5 segundos.
Por esta razón se tomó la decisión de que cada 4 años se agregaría un día ‘extra’. Aunque esto permitió que se completaran las fechas, todavía existía un ‘pequeño’ problema: cada 100 años hay un día de diferencia. Por esto en 1582, el papa Gregorio XIII impuso el Calendario Gregoriano, que es el vigente en la mayoría de los países.
EL ‘AÑO DE LA CONFUSIÓN’ Y EL ORIGEN DEL AÑO BISIESTO
Podríamos decir que el origen principal del año bisiesto es el llamado ‘Año de la confusión’, que se remonta hasta el 46 antes de Cristo. Debido a que en aquellos tiempos se usaba el calendario solar romano para calcular los años, ocurrió un desfase que se fue acumulando con el paso de los siglos.
Como resultado de esa ‘acumulación de tiempo’, determinaron que habría un solo año que tendría 445 DÍAS, en lugar de los 365 días ‘normales’. Por eso le pusieron el Año de la confusión.
Cuando concluyó, podría decirse que ‘reiniciaron el tiempo’, a la vez que establecieron una reforma al calendario romano. Fue Julio César quien, bajo asesoría del astrónomo y matemático Sosígenes de Alejandría, presentó el Calendario Juliano, en el que ya se incluía un día extra cada 4 años.
ERA UN DÍA DE FIESTA PARA LOS ROMANOS
Cada vez que la fecha llegaba, Roma se vestía de fiesta para celebrar el día sagrado: durante esas festividades había lucha entre gladiadores y había quienes liberaban esclavos.
La expresión ‘año bisiesto’ proviene del latín bis sextus dies ante calendas martii, que en español sería repítase el sexto día antes del primer día del mes de marzo. En aquella época correspondía a un día extra intercalado entre el 23 y 24 de febrero, en el calendario juliano.
Sin embargo, en el calendario gregoriano, el día fue ubicado al concluir el mes de febrero. Como normalmente tiene 28 días, el año bisiesto tiene 29.
Fuente: Mi bolsillo