sábado, mayo 3, 2025

El billete de 1000 pesos se convirtió en el más “chico” entre los países vecinos

Una frase repetida en la calle es que “la plata no alcanza”, porque los billetes emigran cada vez más rápido de los bolsillos, por una causa preponderante: la alta inflación que arrastra Argentina hace décadas. De hecho, según economistas, este año estará por encima del 50%.

Una situación que golpea de lleno a la máxima denominación monetaria que tiene el país, que es el de $1.000, y que fue creada hace tan sólo unos 4 años.

En resumidas cuentas, el billete con la figura del hornero perdió desde su nacimiento a la actualidad un 80% de su valor en dólares, a causa de la estrepitosa inflación y del salto devaluatorio en ese lapso.

De hecho, en los últimos meses surgieron varias voces pidiendo “papeles” de mayor denominación, ante el cuello de botella que se arma en bancos y comercios, por la necesidad de canalizar la cada vez mayor cantidad de billetes que se requiere para cargar en cajeros automáticos. Y también la necesidad de los negocios de bajar el enorme volumen de dinero que deben enviar a las entidades financieras y proveedores.

Puntualmente, hubo numerosas voces con las ideas de incluir a diferentes próceres y figuras históricas en potenciales papeles de $5.000 y $10.000, pero todo, por ahora, todo quedó en la nada.

Algunos economistas temen que vuelva a ocurrir la misma decisión política que hubo durante los gobiernos kirchneristas, de no imprimir, en ese entonces, denominaciones mayores a las de $100, para evitar reconocer en los hechos que existía un grave problema inflacionario.

En cifras, cabe recordar que hace 20 años atrás, el billete de mayor valor ($100) equivalía a 100 dólares, paridad que se mantuvo hasta el agotamiento de la Convertibilidad, con la virtual extinción del 1 a 1 en diciembre de 2001.

Hoy, en cambio, el papel más alto ($1.000) apenas alcanza para comprar u$s5,9 en la plaza cambiaria libre, que es la que permite comprar divisas tanto en la Bolsa de Comercio por medio de operaciones de MEP (compra y venta de bonos), como en el blue.

“A partir de fines de 2001, fue un declive más o menos pronunciado en el que el heroico billete de $100 sobrevivió como el máximo exponente en poder de los argentinos. Precisamente, en junio de 2016 cuando su valor resultaba equivalente a u$s7, entró en escena el billete de $500 que, por un breve período, se constituyó en el máximo referente de la moneda doméstica”, recuerda a iProfesional Andrés Méndez de AMF Economía.

Así, detalla que en julio de 2016, y a pesar de esta “quintuplicación nominal” con el de $500, este billete de mayor denominación resultaba equivalente a u$s34, que era alrededor de la tercera parte de lo que representaba el de $100 en los meses finales de la convertibilidad.

Fuente: Iprofesional

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