sábado, abril 27, 2024

El Gobierno busca avanzar con el Pacto de Mayo y las provincias intentan imponer su propia agenda

De cara al Pacto de Mayo que Javier Milei busca firmar con los gobernadores para inaugurar un “nuevo pacto social”. Sin embargo, cede poco y las provincias intentan consensuar un documento con sus propias reivindicaciones.

A menos de dos meses para el 25 de mayo, la fecha en la que el presidente Javier Milei espera poder firmar en Córdoba “un nuevo contrato social” al que bautizó Pacto de Mayo, con los gobernadores provinciales las dudas siguen siendo mayores que las certezas.

La invitación, impulsada después de medidas de ajuste tendientes a disciplinar a las provincias y de los ataques a los gobernadores díscolos aparece atravesada por la discusión de la nueva Ley Ómnibus y una serie de reclamos que siguen sin respuesta por parte de la Casa Rosada.

Es en este contexto en el que, por un lado, el ministro de Interior Guillermo Francos, el interlocutor encargado de reunir las voluntades para avanzar en el Pacto de Mayo, busca los respaldos que hasta el momento le siguen siendo esquivos, mientras que por el otro los gobernadores trazan sus propias alianzas y trabajan en un documento, que esperan reúna a la gran mayoría, para presentar al gobierno de Milei.

“Antes del 25 es fundamental sacar la Ley de Bases. Esta vez se charló con todos los gobernadores, hubo reuniones con los distintos bloques aliados o no tan opositores al Gobierno. Se viene trabajando bien y hay optimismo”, es el diagnóstico que comparten desde la Rosada.

De cara al Pacto de Mayo

Si bien el Gobierno prioriza la discusión parlamentaria, los gobernadores siguen de cerca el Pacto de Mayo, el cual incluye el debate por la coparticipación, una reforma tributaria, la búsqueda del equilibrio fiscal, la reducción del gasto público, una reforma laboral y previsional, entre otras cosas. Aunque hay diálogo y algunos ejes planteados, desde las provincias coinciden en que la relación con la Rosada no es tan fluida como debería ser y que los debates no toman profundidad.

Francos hace equilibrio entre Milei y los gobernadores, y mantiene asiduas reuniones con los jefes de las provincias y también con intendentes de las principales ciudades del país para intentar avanzar en una agenda en común. Los gobernadores destacan su rol, pero no dejan de mirar con desconfianza al Gobierno, e incluso analizan si en verdad hay posibilidad de llegar a ciertos acuerdos o si simplemente Milei busca exponerlos como ocurrió con la Ley Ómnibus.

“Francos tiene una actitud sólida, pero eso después se tiene que traducir en cosas concretas. El Gobierno tiene un problema de gestión y cuesta mucho entender cómo se van a instrumentar las cosas”, advirtieron desde las provincias.

Esta semana, los diez gobernantes del Norte Grande se reunieron con Francos y le reiteraron reclamos puntuales: la situación de las obras públicas, la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), los subsidios al transporte y a la energía, la reversión del gasoducto Norte, la interrupción del programa Incluir Salud, las deudas del Consenso Fiscal 2023, entre otros temas.

“Los gobernadores vienen y nosotros también vamos, después se podrá estar más o menos de acuerdo. Con algunos mandatarios las cosas son más difíciles o hay menos puntos en común, pero el diálogo está abierto y se están buscando consensos”, ponderaron desde el Ejecutivo tras el encuentro, en donde se habló de la posibilidad de continuar con las obras públicas que tenga financiamiento internacional y un grado de avance importante, no así con respecto al pago de los salarios docentes, ya que Nación considera que “las provincias tienen que pagar sus propios gastos”.

Por su parte, desde una de las provincias del Norte reconocen que “los gobernadores están trabajando e intentando generar las condiciones para que haya un acuerdo, pero todavía está verde” y esto se debe a que “no hay una actitud amplia del Gobierno”.

La agenda de Francos está activa. Esta semana también se reunió con el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, mientras el 4 de abril va a recibir en la Rosada a los gobernadores de Juntos por el Cambio.

De cara al Pacto de Mayo, las dudas giran en torno a la letra chica. Lo cierto es que no se ha profundizado en los ejes propuestos por el máximo mandatario y prima la idea de que no se puede firmar un documento en blanco. “Hay reuniones, se conversa, pero hay que ver los papeles”, destacan.

Más allá de que cada provincia presenta sus propias agendas de trabajo y de preocupaciones, el eje central que las une tiene que ver con el rumbo económico encarado por esta gestión y el recorte de los fondos, que en un escenario de inflación y recesión los deja sin herramientas para gestionar. A eso hay que sumarle un clima atravesado por la desconfianza y la poca claridad, que ubica a cada gobernador en una posición distinta.

“Es una situación explosiva para todos los gobiernos, con inflación, caída de ingresos, ni hablar las provincias que tienen cajas jubilatorias. La idea de Milei es que las provincias tienen que disminuir un 30% el gasto en este contexto y no se corre de ese plan. Es el perro que se muerde la cola, esto termina mal”, pronostican.

A partir de este presente, los gobernadores vienen trabajando en un documento que contenga las posiciones de las provincias, al menos de la mayoría de ellas, con ejes que no forman parte del “Pacto de Mayo”.

“Este mes y el otro se van a empezar a sentir las decisiones de Milei y eso va a tener un costo social y es probable que estén evaluando cómo llegamos al 25 de Mayo. Si no hay acuerdo, el papelón es de él, no nuestro. Lo ideal sería que se pudiera ordenar seriamente el país a través de un gran acuerdo político”, concluye un dirigente provincial.

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