jueves, mayo 2, 2024

El jefe del Pentágono defiende el despliegue militar en la frontera con México

James Mattis dijo que el despliegue ha sido “muy buen entrenamiento” porque equivale a un ensayo para el tipo de demandas logísticas, como la carga de aviones, que deben cumplirse en tiempo de guerra.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, defendió este miércoles el uso de tropas en la frontera con México, argumentando que es análogo a un despliegue de 1916 para contrarrestar al general revolucionario mexicano Francisco “Pancho” Villa.

En declaraciones a los reporteros en su camino para visitar a las tropas desplegadas a lo largo de la frontera en el sur de Texas, Mattis se mostró en desacuerdo con las afirmaciones de los críticos sobre el despliegue realizado poco antes de las elecciones del 6 de noviembre, en el sentido de que no tenían la preparación necesaria.

Al argumentar que los militares se han utilizado a menudo en la frontera entre Estados Unidos y México, Mattis dijo que está en línea con las misiones que se remontan a principios del siglo XX.

Y señaló que el presidente Woodrow Wilson desplegó decenas de miles de guardias nacionales y tropas en servicio activo en la frontera en 1916 en respuesta a los ataques militares mexicanos a los Estados Unidos.

“Eso fue hace más de un siglo, y entonces la amenaza eran las tropas de Pancho Villa, un ataque revolucionario a través de la frontera hacia Estados Unidos”, agregó Mattis.

Los críticos han cuestionado la conveniencia de usar el Ejército en la frontera donde no existe una amenaza de seguridad perceptible, aunque el presidente Donald Trump dijo que la caravana de migrantes centroamericanos que viajan hacia el norte a través de México equivale a una “invasión”.

La primera caravana de migrantes partió el 13 de octubre de San Pedro Sula (norte de Honduras) con dirección a Estados Unidos y entró en México el 19 de octubre.

El principal contingente de la caravana de migrantes centroamericanos avanza en grupos por el noroeste de México, todavía a unos 2.000 kilómetros de Tijuana, donde ya se han congregado algunos centenares ante la atenta mirada de Estados Unidos.

Una segunda y más pequeña caravana llegó ayer a Ciudad de México. Este miércoles, más de 1.000 de ellos establecieron un campamento en el mismo estadio de fútbol donde la caravana más grande estuvo hasta el sábado pasado.

Una tercera caravana se dirige a la capital mexicana.

Al inicio las caravanas era numerosas, pero muchos aceptaron asilo en México y otros decidieron regresar a sus países.

Según el Instituto Nacional de Migración de Honduras, más de 7.000 hondureños abandonaron la caravana de migrantes con rumbo a Estados Unidos y han regresado al país de manera voluntaria.

Según un informe de este centro, hasta este martes habían retornado 7.013 personas, 3.933 de ellas adultas y 3.080 menores de edad, de los cuales 504 viajaban solos, precisa el texto.

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