La Argentina celebra hoy el Día de la Tradición, una fecha que fue establecida en reconocimiento a la obra literaria Martín Fierro, de José Hernández, y en ese marco, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) comparte virtualmente el Mate, que es identidad nacional.
La palabra Tradición proviene del Latín “tradere” y quiere decir donación o legado. Dicho de otra manera, es lo que identifica a un pueblo, algo propio y arraigado, las costumbres que se transmiten de generación en generación, como el Mate que se inició con los guaraníes en la tierra colorada, se expandió de la mano de los Jesuitas, se consolidó con los colonos que fundaron la matriz productiva de la yerba mate y se expande sin límites, siendo parte actualmente también del segmento de los jóvenes y posicionándose cada vez más por tratarse de un alimento natural que aporta múltiples beneficios a la salud.
El Mate es una tradición argentina de exportación, siendo parte de la cotidianeidad en hogares de otros 50 países, siendo los 10 más importantes Siria, Líbano, Alemania, España, Francia, Polonia, Estados Unidos, Chile, México y Canadá. A partir de este año, el alimento argentino logró la apertura del mercado de India.
El Mate hace bien. Además de ser un alimento funcional para la salud, nos hace sentir bien; es el “compañero” en cualquier momento del día y de la vida, en el trabajo o en la ronda de amigos; es la excusa ideal para una buena charla o para una pausa; es inspiración para crear; es reconfortante. Siempre está, nunca falla. “Mirá, un mate es como un punto y aparte. Uno lo toma y después se puede empezar un nuevo párrafo”, ilustró el escritor Julio Cortázar, autor de “Rayuela”, entre otras obras.
El Mate es parte del mismo José Hernández, como lo reflejan sus letras. “Y sentado junto al fogón a esperar que venga el día, el mate se prendía hasta ponerse rechoncho, mientras su china dormía tapada con su poncho”, se lee en El Gaucho Martín Fierro, de 1872.